Tras la reapertura de centros comerciales y las imágenes que hemos visto de aglomeraciones en el Mall Chino y tiendas como HyM, la preocupación está ahora de cómo protegerse, si ya no es posible mantenerse en aislamiento. ¿Cuál es la mejor mascarilla? ¿Qué hacer si no es posible evitar a un grupo de personas? Empresarios chilenos crearon un mini respirador, para utilizar en zonas de alto tránsito, que permita estar siempre protegidos.
Las imágenes fueron para muchos impactantes. Cientos de personas se aglomeraban en el ingreso de un Mall Chino en la comuna de Estación Central, sin mantener la distancia, sin evitar el contacto con otra persona y sólo protegidos por unas débiles mascarillas, muchas de ellas mal puestas.
Al ver esto la pregunta es ¿qué tan preparados estamos para enfrentar el desconfiamiento y las aglomeraciones que se produzcan sin contagiarnos? La respuesta es no, pues por más protección que nos entreguen las mascarillas, la mayoría no entrega el resguardo necesario y debemos contar con un elemento de defensa mucho mayor.
¿Cuáles son los principales problemas de una mascarilla? No es antimicrobiana, sus capas permiten el ingreso de partículas contaminantes, no duran todo el día, son incómodas, impiden una buena respiración, por lo que no pueden ser utilizadas por tantas horas y en la realización de deportes y a muchos les incomoda que se empañen los lentes.
¿La solución? Es la utilización de implementos con mayor tecnología que eviten todos estos problemas. Pensando en ellos, unos empresarios chilenos crearon una “mascarilla del futuro”, un pequeño respirador portátil, reutilizable y que protege a quien la usa en situaciones de alto riesgo, como el ingreso a una tienda comercial, uso de transporte público, y la asistencia a empresas de servicios financieros, u oficinas públicas.
Se trata del “Respirador MCu”, que protege a las personas contra ciertos virus, bacterias y hongos y que se puede utilizar sin problemas durante todo el día, en ambientes infectados o de alto riesgo, gracias a la incorporación de un aditivo antimicrobiano basado en cobre y nanotecnología.
Está elaborada en TPE hipoalergénico de alta calidad, y gracias a su flexibilidad proporciona un excelente ajuste, gran comodidad y óptima protección. Además, al ser reutilizable y reciclable, es amigable con el medio ambiente. También incorpora una válvula de exhalación que evita la condensación y la acumulación de calor, ofreciendo una sensación de mayor frescura al usuario. Su vida útil es de 5 años desde la fecha de fabricación en envase cerrado.
Características:
- Mascarilla facial de contornos suaves que permite un cierre ergonómico.
- Escudo protector que resguarda zona de respiración de fácil desmonte para el usuario.
- Cámara interna desarmable para filtros intercambiables.
- Válvula de salida unidireccional, disminuye la condensación.
“Es un elemento de protección diseñado en Chile, es de probada eficacia y brinda protección continua, contra los microorganismos que se depositan en su superficie. Elegimos el cobre porque es el único material que está certificado por el EPA (Enviromental Protection Agency), como agente antimicrobiano y presenta mayor eficacia contra microorganismos que no se ven afectados por otros agentes antimicrobianos, reduciendo la probabilidad de contagio de enfermedades. Al entrar en contacto con la superficie de nuestro respirador, estos microorganismos sufren un daño irreparable en su membrana y estructura celular, lo que conlleva a su destrucción. Además, el uso de nanotecnología permite la acción controlada y prolongada del agente antimicrobiano, asegurando una protección eficiente y duradera en el tiempo del respirador”, explica Giovaninno Baselli, Baselli Fernández, representante de Bacuplast, empresa creadora de esta mascarilla.
Para más información puedes ingresar a https://www.bacuplast.cl/