Con el fin de abordar diversos aspectos de la política migratoria, se reunieron esta mañana en La Moneda titulares y representantes de los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Defensa.
Al término del encuentro, el ministro de Interior, Víctor Pérez, se refirió a las indicaciones efectuadas por la oposición al proyecto de Ley Migratoria, las cuales apuntan a modificar aspectos relacionados con la regularización del estado migratorio de los extranjeros en Chile.
En ese sentido, el ministro aseguró que “queremos reiterar la política oficial del Presidente Piñera, en el sentido de tener una política migratoria ordenada, segura y regular”, añadiendo que “en el Senado, la oposición ha incorporado dos indicaciones que alteran sustancialmente ese concepto. De aprobarse esas indicaciones, pasaríamos a una política migratoria desordenada, irregular y muy poco segura”.
Ejemplificó la situación haciendo alusión a la masiva migración haitiana, cuyos ciudadanos «sufrieron las consecuencias de una entrada irregular” al país y que “no solamente afectaron a la población chilena en términos de empleo, sino que también a los territorios de los municipios, que tenían que darle atención de salud y educación sin contar con los recursos”.
Acotó que “esos migrantes fueron sometidos a situaciones de indignidad, situaciones extraordinariamente complejas en lo social, lo que los ha obligado a retornar a su país”, asegurando también que “estas indicaciones que ha presentado la oposición quieren replicar esa situación con los haitianos, que ya vivimos, y es perjudicial para Chile, para los chilenos y para los migrantes”.
“Porque cuando entran de manera irregular, poco seria y desordenada, los condenamos a vivir en cités, a tener una salud precaria, a tener trabajos ilegales y, por ende, estamos afectando seriamente sus derechos humanos”, redondeó.
Así fue que Pérez aseguró en temas de política migratoria que «es contraproducente por la realidad que estamos viviendo que repliquemos el modelo que se utilizó con los inmigrantes haitianos, porque todo el país sabe que eso fue dañino para el país y para los haitianos«.
Por ello, el ministro del Interior hizo un llamado «al Senado, en la discusión que tendrán en la Sala, a aprobar las normas que ha propuesto el Gobierno y se han discutido, y a rechazar esas normas de turismo laboral que lo único que hacen es replicar una experiencia que fue fracasada y dolorosa y, por otro lado, a incentivar las entradas irregulares”.
Por otro lado, el secretario de Estado comentó el arribo creciente de inmigrantes ilegales al país en los últimos meses, pese a que los pasos fronterizos se mantienen cerrados por la pandemia del covid-19, asegurando que «hoy con la frontera cerrada tenemos un alto ingreso de personas irregulares. Estuve el sábado pasado en la frontera norte, en la comisaría de Chacalluta y vimos como en distintos pasos no habilitados, el inmigrante irregular ha estado llegando con cifras muy altas«.
Consecuencia de este escenario y, una vez que se levante el estado de emergencia y vuelvan a abrirse las fronteras, el ministro Pérez aseguró que se va a producir una fuerte presión migratoria hacia nuestro país, que el Gobierno estima que alcanzaría a cerca de 500 mil personas.
«Vamos a volver a tener una oleada de inmigrantes irregulares que hay que enfrentar adecuadamente para que eso no sea un daño para el país y tampoco sea un daño para ellos, porque que entre irregularmente le provoca un perjuicio en la búsqueda de trabajo, salud y vivienda», aseguró el secretario de Estado.
Posteriormente, el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, señaló que «llevamos ya 7 años de tramitación legislativa del proyecto de ley de modernización migratoria y se encuentra ya en su etapa final», acotando que «al mismo tiempo vamos a tener que enfrentar una presión migratoria desde el exterior particularmente fuerte. Hay estimaciones que apuntan incluso a que esa presión migratoria podría superar las 500 mil personas, producto de los devastadores efectos que ha tenido la pandemia en los países vecinos y de la región«.
Explicó al respecto que «en Chile tenemos hoy día un millón y medio de migrantes, de los cuales un millón ingresó en los últimos 4 años. Pero el 90% de esos migrantes ingresaron al país con autorización de turistas. Obviamente que ahí hay una situación que no es concordante con una migración ordenada segura y regular«.
Por ello, el canciller detalló que «en la médula del proyecto que se está tramitando, está un elemento de orden que tienen por lo demás la mayoría de los países que manejan bien esta materia: los que quieran venir como turistas, que vengan como turistas y los que quieran venir a trabajar, ingresan con una visa laboral, lo que significa que se le van a haber chequeado los antecedentes y que tan pronto ingresan al país quedan inmediatamente con sus cédulas de identificación a disposición».
En ese marco aclaró también que «a la inversa, las personas que se encuentran en una situación irregular, sufren claramente, quedan en una situación muy vulnerable, expuestos muchas veces a mafias que abusan de ellos y ciertamente afectan a los chilenos, toda vez que los desplazan de sus puestos de trabajo».
Allamand coincidió con el Pérez al manifestar que, en ese escenario, «nos parece que las indicaciones que está impulsando la oposición son profundamente equivocadas y vuelven atrás precisamente a una situación que debemos no reiterar, la situación que se vivió hace algunos años con la población migrante haitiana, que entraban como turistas y se encontraban después en una situación de total desprotección».