Otro nuevo préstamo se pone en marcha con destino hacia nuestra agónica economía, y en esta ocasión para financiar una parte de los “Expedientes de Regulación Temporal de Empleo” como consecuencia de la Pandemia.

Viene a engrosar la cartera de los denominados préstamos “estigmáticos” que constituyen su patología y que creo, aún conservamos algunos restos pendientes de pago del anterior concedido para el “Rescate de las Cajas de Ahorros”. Valorado aproximadamente en unos 50.000 millones de euros a cargo de nosotros los ciudadanos.

Para el Tema ERTE, el costo específico para el Gobierno ascenderá probablemente a más de 30.000 millones, considerando otros gastos previstos para combatir las crisis sanitaria y financiera, superando probable y ampliamente dicha cifra en función de la duración y número de ERTES, aún no fijado oficialmente.

En esta ocasión, también deberemos someternos a la aprobación de los 27, no esperando qué existan tantas trabas en su concesión como en la anterior de Bruselas, al tratarse de un préstamo “puro” aunque en condiciones de las denominadas “soft” o “blandas”, ya que al disponer la Comisión en los mercados de Bruselas del “rating” de una calificación triple A, que otorgan las principales agencias de calificación, los intereses no deberían ser muy elevados.

Según Europa Press, dentro de los 15 Países que aspiran a ser beneficiarios con este Préstamo, Italia y España dispondrán de 48.700 Millones. Trece países recibirán el resto de acuerdo al gráfico, y aún en suspenso bajo estudios: Portugal y Hungría.

España comenzará a despertarse este otoño con nuevas y sucesivas deudas y   en su DEBE y escasos dígitos en su HABER, con un periodo decreciente hasta el último trimestre de 2023 para ¡ojalá!, levantar el vuelo en 2024/2025.

No hay que pensar en el famoso refrán de “pan de hoy hambre para mañana”, pues España solo puede regenerarse empezando por sus políticos, y hay tiempo disponible hasta entonces, (si se lo proponen)

En cuanto a los sectores afectados, Turismo, Hostelería, etc. se recuperarán progresivamente, en un periodo de 6 meses, si somos capaces de despertar de nuevo confianza por nuestro Gobierno, allende fronteras y contando con nuestra experiencia en el “dolce far niente” o la dulce ociosidad.

Políticamente, no disponemos de buena prensa en el mundo, pero se suple a estos efectos, y con soltura, a través de nuestra inmejorable infraestructura turística.

Ánimo pues, al disponer todavía de 6 meses a partir del próximo septiembre, para “enderezar” actitudes destinadas a la salvación de un importante 14% que supone el PIB de este Sector, y cuando llegue el momento, este País, sabe cómo “remangarse” para sacar esto adelante, eso sí, siempre y cuando el conjunto de la O.C.D.E. lo permita.

Sobre el autor:
Jesús Antonio Rodríguez Morilla, Doctor en Derecho (Cum Laude) www.modificadosobraspublicas.com

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