La agonía del gabinete se alargó -innecesariamente – casi a una semana de la derrota del 10% y el Presidente totalmente arrinconado por los partidos se vio obligado a hacer este Quinto Cambio de Gabinete (novena modificación): el Gabinete del Adiós. Pero a este Gabinete Piñera ha incluido la permanente disputa entre Andrés Allamand y Mario Desbordes, que podría seguir horadando la gobernabilidad.
Le costó al Mandatario y a su «Merlín», Cristián Larroulet, convencer y conseguir nombres para este sacrificio.
La sorpresa de última hora (11.47 AM) es que a Interior llega el senador UDI, Víctor Pérez Varela , reconocido como una figura de consenso, (1981 y 1987 fue alcalde designado por Los Ángeles), pero Piñera ya había recibidos varios NO por respuesta de Evelyn Matthei y Juan Antonio Coloma, que prefirió seguir en el Senado, y varios otros llamados que saben que ir al Gobierno hoy es ir al sacrificio.
El gran derrotado, además del Presidente, es Evópoli que por un a rato fue «la favorita», pero «las viejas meretrices» de la UDI y RN se impusieron, por peso, por historia y porque son las únicas que pueden salvar del hundimiento al Gobierno.
Que el senador Víctor Pérez llegue a Interior es un reconocimiento a su capacidad de diálogo y buena relación con la oposición, además de ser uno de los más influyentes líderes de la UDI, considerado además histórico de esa colectividad. De hecho a la hora de despedirse de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta, fue despedido con cariño y buenos deseos y se hizo la diferencia con el senador Andrés Allamand, de la misma comisión, a quién le atribuyen que él es un problema como señaló el sendor Alfonso de Urresti (PS).
Así las cosas el nuevo gabinete queda conformado por:
Interior: Víctor Pérez Varela (UDI)
Segegob: Jaime Bellolio (UDI)
Segpres: Cristián Monceberg (RN)
Desarrollo Social: Karla Rubilar (Ind.)
Defensa: Mario Desbordes (RN)
Cancillería: Andrés Allamand (RN)
El analista Patricio Navia fue particularmente crítico con Mario Desbordes señalando que: «Ir a Defensa es un error para Desbordes. La tentación, como ex carabinero, de mandar a los militares traicionó su olfato político. Queda arrinconado en ministerio sin brillo y sin poder. Pierde control en RN y seguirá el camino de Karla Rubilar a la insignificancia en este gob».