La radiocirugía con la técnica de rayos gamma viene a complementar, y en muchos casos reemplazar, las cirugías convencionales para tratar tumores cerebrales. Algunos de sus beneficios son su menor riesgo, no requiere de apertura del cráneo, es altamente precisa en su realización, no requiere de hospitalización o si se define, esta es mínima y permite acceder a ubicaciones intracraneales no accequibles por otras terapias.
Los tumores cerebrales benignos son bastante frecuentes. Los tumores benignos crecen en forma lenta y no contienen células cancerosas y dentro de los más comunes se encuentran el Meningioma y el Schwannoma Vestibular, tumores que hoy en día, son posibles de tratar de manera ambulatoria gracias a la técnica de los rayos gamma.
Dentro de los beneficios de esta técnica, que no requiere incisión, están en posibilitar una mejor calidad de vida del paciente, disminución de los costos por procedimiento, no requiere anestesia general, excepto en casos especiales y niños, y una casi nula interrupción en el quehacer cotidiano y laboral del paciente.
¿De qué manera actúan los rayos gamma en este tipo de tumores? Según explica el doctor Claudio Lühr, Neurocirujano y Director Médico del Centro Gamma Knife, existen dos mecanismos : “Cuando una célula recibe un impacto de radiación como el de Gamma Knife el ADN del núcleo se altera radicalmente de tal manera que la célula no es capaz de duplicarlo y al no ser capaz de duplicarlo, no se puede multiplicar deteniendo así su crecimiento producto del daño que la radiación ocasionó en el ADN. Este es el primer mecanismo de acción sobre el tumor”. En resumen, la radiocirugía daña el material genético (ADN) en las células del tumor. Las células pierden su capacidad de reproducirse y se detiene su crecimiento.
El segundo mecanismo es a través del efecto de la radiación sobre los vasos sanguíneos del tumor. Los tumores, como cualquier órgano, necesitan para vivir aportes en nutrientes como oxígeno y glucosa y este aporte llega a través de los vasos sanguíneos. Cuando se utiliza la técnica de Gamma Knife para atacar al tumor, este comienza un proceso de trombosis, los vasos sanguíneos se van tapando en el tiempo y en la medida en que se van tapando se produce la muerte de las células a las cuales aportaban la sangre y eso significa que el tumor puede incluso reducir su tamaño.
“Con Gamma Knife tiene alrededor de un 95% de control tumoral en caso de los Meningiomas y de 97% en los Schwannomas y no tiene las complicaciones ni los peligros que conlleva una cirugía abierta. Por ejemplo, en el caso de los Schwannomas Vestibulares (neurinoma acústico) los pacientes sometidos a cirugía se arriesgan a desarrollar parálisis facial y/o pérdida auditiva completa, entre otros riesgos que implica esa cirugía”, comenta el doctor Lühr. Un neurinoma acústico (schwannoma vestibular) es un tumor no canceroso (benigno) que se desarrolla en el nervio vestibular y compromete progresivamente la audición. “Cuando el tumor ejerce presión sobre el nervio, la persona puede experimentar pérdida auditiva, mareos, pérdida del equilibrio y zumbido de oído (acúfenos o tinnitus). A medida que el tumor crece, puede también ejercer presión sobre otras estructuras como el cerebelo y tronco cerebral además de otros nervios que afectan la sensibilidad y el movimiento muscular en la cara.
¿Existe la posibilidad de detectar de manera simple este tipo de tumores? Según indica el especialista, “el Schwannoma Vestibular podemos detectarlo con síntomas como pérdida auditiva progresiva, vértigo e inestabilidad o trastorno del equilibrio. En el caso de los Meningiomas, depende de donde estén ubicados. Por su parte, los tumores de Hipófisis, pueden dar síntomas hormonales característicos y pueden comprometer el campo visual.
» Cabe destacar, que a la fecha más de 840 pacientes han sido tratados en el Centro Gamma Knife de Santiago, En tanto, a nivel internacional el grado de éxito alcanzado con el Gamma Knife no tiene precedentes. Más de 1.200.000 pacientes han sido tratados con esta técnica, sin que se hayan reportado casos de mortalidad debido al procedimiento y respaldado por 5 décadas de experiencia clínica». Las aplicaciones clínicas continúan creciendo, y sus múltiples beneficios, por ser un procedimiento no invasivo, han contribuido a que la radiocirugía Gamma Knife continúe siendo el tratamiento de mayor elección, cuando hay patologías intracraneales, susceptibles de ser tratadas con radiocirugía.