La que sería la novena modificación del gabinete presidencial se mantiene en un momento de incómoda pausa.
Mientras los ministros han sido poco dados a comentar en el propio Palacio Presidencial, los rumores de una eventual renovación en los ministerios siguen dando vueltas, con menor ruido aparente.
Y es que la ambivalente respuesta dada por el Presidente Piñera ayer domingo al no descartar ni confirmó un eventual cambio de gabinete, no ayudó a mantener la tranquilidad en los pasillos de La Moneda, ni en la alianza oficialista, en medio de conversaciones que se han extendido desde hace casi una semana en medio de la aplastante derrota sufrida en el Congreso.
«Todos los ministros están trabajando con un grado de compromiso y de entrega que yo aprecio, valoro y agradezco«, se limitó a señalar el Mandatario, sin dar luces de las negociaciones intensas al interior del Gobierno, y en la cual la voz de los partidos ha estado un poco de lado, dejando su lugar al omnipresente Segundo Piso y al consejo de las figuras históricas de la Derecha.
El Comité Político es la joya de la corona de las negociaciones, con los nombres de Juan Antonio Coloma, Alberto Espina, Evelyn Matthei y Andrés Allamand rondando como eventuales candidatos y con el Ministerio del Interior como principal trofeo, pero sin descartar otros.
Al menos desde fuera del Ejecutivo, lo que parece reunir consenso es la necesidad de que en Interior asuma un «peso pesado», que sea capaz de ponerse de igual a igual ante el Presidente con la decisión de decirle que no cuando la situación lo amerite.
En ese punto el analista por derecha Daniel Mansuy ha recalcado que «el Presidente Sebastián Piñera necesita un equipo con trayectoria y que sean capaces de decirle que no».
Los nombres antes mencionados cumplen el requisito, partiendo de la base que tienen un peso específico propio y, de una u otra forma, han hecho carrera junto o en paralelo a Piñera, por lo cual tienen el ascendiente suficiente para operar autónomamente e imponer sus criterios.
Peso del que ha carecido el actual ministro Gonzalo Blumel en los actuales momentos de crisis y que, por lo mismo, le han valido avalanchas de críticas por la falta de fuerza en su gestión, especialmente desde la UDI, pero también desde otros sectores de Chile Vamos.
Cuento aparte son las crecientes voces en contra de las llamadas «sillas musicales«, buscando evitar los meros enroques para compensar a los ministros que se verían perjudicados. En este punto podría entrar lo conversado la semana pasada sobre un posible enroque entre Espina, que pasaría a Interior, y Blumel, que llegaría a Defensda, idea que parece haber perdido fuerza luego de volver a entrar en la discusión la opción de la actual alcaldesa de Providencia.
Pero, existiendo la decisión de llevar adelante el cambio, el plazo del mismo es otra de las dudas que planea sobre La Moneda.
Justamente el senador Andrés Allamand planteó la necesidad de que el Presidente deba decidir antes de la Cuenta Pública de este viernes 31 de julio si mantendrá o efectuará cambios en su gabinete político.
Así, en declaraciones a Radio Cooperativa, señaló que de manera «inminente» el Mandatario tiene que «confirmar o reemplazar al equipo político; entiendo que debiera quedar resuelto antes del viernes»; asunto en el que «se justifica un cambio y pensar en una nueva estrategia dejando atrás lo que ha ocurrido».
Por el contrario, el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, abogó por respaldar al actual comité político, tras señalar en T13 que «más que salir debilitado, se fogueó. Es injusto atribuirle la responsabilidad a que se aprobara el proyecto; creo además que está bien balanceado».
En todo caso, ante la alternativa que Piñera se decida por el cambio, indicó que si «finalmente quiere hacer un cambio de gabinete, espero que lo haga pronto, porque la incertidumbre le hace un daño a sus ministros y un gran daño a la coalición».
Eso si, de paso volvió a criticar al Segundo Piso, manifestando que «si el Presidente confía en ese Segundo Piso, ok. Lo que sí espero es que haya más flexibilidad y se escuche más la voz de los partidos. Tenemos harto que decir y muchas veces sentimos que se nos termina solo notificando de las medidas».