Transcurren los meses y a la espera de vacunas “milagrosas”, una gran parte de nuestras ciudades y países, ofrecen la sensación de ir acomodándose a la situación existente, llamémosla, “menos mala”, miran hacia otra dirección.
Es decir, si comparamos las situaciones explosivas sufridas en distintos lugares, a medida de los distintos grados de avance del coronavirus, concluyendo en millones de afectados y centenares de miles los muertos acaecidos, diríase que nuestro comportamiento o el de la población mundial, ha superado un trance de hartazgo y de impotencia.
Contemplamos, como otra situación sustitutoria de reducción de fallecidos y afectados va tomando cuerpo como si se tratara de un cierto éxito, para finalmente, llegado el caso, otorgar una lectura positiva a lo menos malo actual, o a lo que nuevamente nos toca vivir, a través de llamados “rebrotes”, “oleada” y/o contagios, comparándolos con fases iniciales.
Hemos echado un vistazo a la prensa internacional, principalmente a la de aquellas ciudades o países que en algún momento fueron destacados o elogiados por sus éxitos iniciales.
Según Washington Post, Hong Kong fue admirada semanas atrás por aparentemente detener los contagios entre su población.
Posteriormente, una vez superada la fase denominada “desescalada”, los ciudadanos se han ocupado en cantidades ingentes las salas de aislamientos en hospitales, eso sí, posterior a lo que podía calificarse de situación de “estampida humana” hacia lugares de ocio, como playas, restaurantes, bares, reuniones familiares y de amigos, etc. rebosando público, una vez finalizados los periodos fijados.
Según el F.M.I. se encuentra previsto qué durante 2020, su PIB caiga hasta un –5%, sin olvidar su actual y precaria situación política con China.
Parecida situación ocurre en Europa donde países como Alemania, Francia y España, capaces en la primavera pasada de afrontar la situación entonces dentro de una forma responsable, meses más tarde, se ve señalados por sus respectivas autoridades sanitarias por su actitud actual, laxa y relajada.
Le ahorramos a los lectores repetirles cifras desgraciadamente muy conocidas sobre la situación europea.
¿Qué decir de Latinoamérica?
También dicho Organismo estima una caída de su PIB superior al -5%, con el precio del cobre por los suelos para Chile, primer exportador del mundo y Colombia (40%)
Por último, Estados Unidos, más sumergida que nunca en problemas acentuados de discriminaciones basadas en la diferenciación racial, étnica y cultural.
Cabe preguntarse: ¿Ante esta situación de continuas calamidades mundiales, ha cruzado el límite del hartazgo la sociedad y dentro de la misma, la vanguardia de la gente joven tal y como rezan las últimas cifras de afectados 23-40 años?
¿Existen respuestas qué ofrecerles a los mismos, cuando la mayoría de nuestros hijos se encuentran sometidos a despidos y nuestros nietos, desconocedores del futuro que les espera?
Nos tememos una respuesta negativa ante una sociedad actualmente en derribo y con nula o escasa capacidad de respuesta ante otro tipo de Pandemia, la económica incluida, ambas, caminando agarradas de la mano, pero sí golpeando nuestra mente aquel tópico atribuido a HORACIO, clásico de la poesía lírica, nacido en el Sur de Italia, (+ 65 a C), y a su vez preguntándonos:
¿Tendrán razón en estos momentos nuestros jóvenes, ante el Tópico?
“APROVECHA CADA DÍA, NO TE FÍES DEL MAÑANA”
¡Al menos invita a la reflexión ante el aciago porvenir que nos espera!
Sobre el autor:
Jesús Antonio Rodríguez Morilla, Doctor en Derecho (Cum Laude) www.modificadosobraspublicas.com