Autoridades francesas abrieron el sábado una investigación de incendio intencional después de que se desatara un incendio en la afamada catedral gótica de San Pedro y San Pablo de la ciudad de Nantes. El fuego destruyó el órgano, hizo añicos varios vitrales y lanzó humo negro desde las torres del templo.
Residentes y turistas observaban la escena horrorizados y los equipos de emergencias acordonaron las inmediaciones de la catedral en el centro histórico de la ciudad ubicada a orillas del río Loira. Además del órgano, al interior del templo se encuentran la tumbas de Francisco II de Bretaña y de Margarita de Foix.
Un funcionario del municipio dijo que el incendio estalló el sábado por la mañana dentro de la catedral y que la causa no está clara. El funcionario no estaba autorizado para ser identificado públicamente. No se reportaron heridos, reporta un cable de AP.
Los bomberos dijeron que el techo no se vio afectado por el fuego y que las llamas estaban “bajo control”.
Agregaron que los daños no se podían comparar con los que sufrió la catedral de Notre Dame en París, en abril de 2019. Para muchos, el incendio de Nantes pudo haber recordado el devastador fuego que puso en riesgo de derrumbe al monumento medieval en la capital.
“Después de Notre-Dame, la catedral de San Pedro y San Pablo, en el corazón de Nantes, es presa de las llamas. Apoyemos a nuestros bomberos que toman todos los riesgos para salvar esta joya gótica de la ciudad”, tuiteó el presidente francés Emmanuel Macron antes de que el fuego fuera controlado.
Las llamas rompieron los vitrales emplomados principales, ubicados entre las dos torres del templo del siglo XV, que ya sufrió un incendio grave en 1972. El órgano databa del siglo XVII y era apodado el “alma de la catedral”.
“El daño se concentra en el gran órgano, que parece estar completamente destruido. La plataforma en la que se encuentra es muy inestable y corre el riesgo de colapsar”, dijo el general Laurent Ferlay, jefe de los bomberos en el área atlántica del Loira, durante una rueda de prensa frente a la catedral.
“Es parte de nuestra historia, parte de nuestro patrimonio”, dijo a la prensa la alcaldesa de Nantes Johanna Rolland. “Todos tenemos estas imágenes en nuestra mente, esta historia en nuestros corazones, pero en este momento la situación no parece compararse con aquella de 1972”.
Aquel incidente tuvo algo bueno: la madera chamuscada fue reemplazada por concreto, lo que ayudó a limitar el daño de la catástrofe del sábado, dijo Ferlay.