Este lunes 13 de julio el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, inició una serie de visitas a sus pares europeos con el fin de buscar apoyos a pocos días de la negociación del fondo de reconstrucción europeo -este viernes y sábado en Bruselas-, en este contexto se reunió con el Primer Ministro holandés, Mark Rutte. Esta es la primera de cuatro reuniones que sostendrá Sánchez antes de la votación.
En esta “Semana de Pasión”, que le toca vivir a España, y llevamos unas cuantas, la importancia de la gira iniciada por el Presidente español, requiere la mayor atención y dedicación posible ante la envergadura de su misión, casi imposible: la obtención de fondos económicos en las mejores condiciones financieras, o también podría denominarse: operación gratuidad, dado su gran contenido pretendido destinado a paliar las consecuencias del Coronavirus.
Hemos examinado sobre nuestras 17.00 horas, los titulares de tres de los periódicos, más importantes de los Países Bajos: de Telegraf; de Volksrant y Het Financiele Dagblad en sus versiones digitales y ninguna referencia encontrada en la entrevista del Primer Ministro holandés en su residencia oficial y nuestro presidente, señal, en principio del poco interés despertado en la prensa holandesa.
Tampoco los llamados grandes españoles han seguido de forma directa el evento salvo la presencia de alguna corresponsal y servicios de Agencia de los cuales nos nutrimos en estos momentos.
Previamente a la reunión concertada para hoy a las 13.00 horas, en la residencia oficial Catshuis. del primer ministro holandés, este, remitió a través de los Medios destacados a la puerta de la residencia oficial el siguiente mensaje verbal, probablemente con aviesas intenciones dirigido al presidente Sánchez, previo a franquear la entrada de su residencia: “vosotros tenéis qué buscar las soluciones en vuestra propia casa, no en la Unión Europea”.
Nos cuenta nuestras habituales fuentes que el discurso de Rutte tiene la misma base dispositiva desde Macron a Antonio Costa, con especial dureza hacia Comte y Sánchez, aludiendo el pasado viernes que ha oído demasiadas veces promesas de reforma, nunca cumplidas, y ahora menos que nunca, tiene prisas por alcanzar un acuerdo en condiciones desfavorable para la mayoría de la UE y muy favorable para unos pocos.
Según las “malas lenguas” existe una aceptación tácita generalizada hacia la mayoría de las condiciones impuestas, con la excepción de algunas pequeñas concesiones para que puedan “salvar la cara” los interesados en sus respectivos países.
Por ello, si los malos augurios se cumplen, España deberá prepararse para al menos un quinquenio muy duro, si las perspectivas no mejoran.
Se insiste, en que nuestra indisciplina fiscal-económica como Estado de la UE ni tan siquiera se ha estabilizado, sino qué cada vez empeora más, y sí lo juntamos con la errática política de nuestro gobierno social-comunista, el cual no gusta nada, las visitas a Berlín y Estocolmo de los próximos martes y miércoles podrían convertirse en algo parecido a la escena cuando el clérigo acompaña al reo en sus últimos momentos.
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Sobre el autor:
Jesús Antonio Rodríguez Morilla, Doctor en Derecho (Cum Laude) www.modificadosobraspublicas.com