De acuerdo a la información recolectada en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre abril-junio de 2020 la tasa de desocupación alcanzó 12,2%, siendo la más alta en toda la serie desde 2010, registrando un ascenso de 4,9 pp. en doce meses. Por su parte, los desocupados aumentaron 42,9%, incididos únicamente por los cesantes (54,1%).

lo anterior en número significa que los cesantes en Chile superan los 4 millones, de una fuerza laboral estimada de cerca de 9 millones.

Según sexo, la tasa de desocupación de hombres (12,6%) es mayor a la de mujeres (11,7%).

La tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 12,0%, siendo 1,0 pp. superior a la del trimestre móvil anterior, como consecuencia del decrecimiento de la fuerza de trabajo (-3,0%) y la contracción de los ocupados (-4,1%).

En doce meses, las tasas de participación y ocupación se situaron en 51,9% y 45,6%, decreciendo 10,8 pp. y 12,5 pp., en cada caso.

En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo se expandió 31,6%, influida por personas que en su mayoría no estaban buscando un empleo, pero estaban disponibles para trabajar, conformando la denominada fuerza de trabajo potencial, y por los inactivos habituales. Este mayor tránsito hacia la inactividad se debería a las restricciones de movilidad por la pandemia de COVID-19, lo que ha implicado que las presiones sobre el mercado laboral (alza de la desocupación) sean menores.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 29,8%, con un incremento de 16,1 pp. en el período. En los hombres se situó en 27,0% y en las mujeres 33,6%.

Los ocupados totales tuvieron una disminución de 20,0%, incidida tanto por las mujeres (-23,5%) como por los hombres (-17,3%). Por su parte, debido a la implementación de la Ley de Protección al Empleo, los ocupados ausentes, que representaron el 18,1% del total de ocupados, crecieron 163,2%, equivalente a 801.800 personas.

La reducción de los ocupados fue influida por comercio (-24,0%), construcción (-30,6%) y alojamiento y servicio de comidas (-48,5%), en tanto que por categoría ocupacional los principales retrocesos se observaron en los trabajadores por cuenta propia (-34,7%) y los asalariados formales (-10,0%).

La tasa de ocupación informal alcanzó 22,3%, descendiendo 5,3 pp. en doce meses. Según sector económico, el descenso de los ocupados informales se debió, principalmente, a comercio (-38,3%) y alojamiento y servicio de comidas (-62,3%), ambos sectores fuertemente impactados por la contingencia nacional que ha impedido el normal desarrollo de las actividades económicas.

Anualmente, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por los ocupados, descendió 32,0%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas decreció 15,0%, llegando a 32,3 horas.

A nivel regional, se destaca la Región Metropolitana, en donde la tasa de desocupación del trimestre abril-junio de 2020 fue 12,8%, registrando un alza de 5,4 pp. en doce meses. El alza del indicador fue influida por la baja de 13,7% de la fuerza de trabajo, inferior en magnitud a la variación negativa registrada por los ocupados (-18,8%). En tanto, los desocupados se expandieron 49,6%, incididos exclusivamente por los cesantes.

En el contexto de la contingencia generada por la pandemia de COVID-19 en Chile el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha adoptado, a contar de marzo de 2020 y hasta que las condiciones lo permitan, una serie de medidas para dar continuidad a la recolección de datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE). Estas medidas se reflejan en la nota técnica que acompaña las publicaciones de estos boletines.

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