Una situación para no creer en plena crisis social y sanitaria por el CORONAVIRUS vivieron los fondos de pensiones de las AFPs, ya que estos continuaron su recuperación durante mayo pasado, impulsados especialmente por los retornos de inversiones en renta fija nacional que lograron contrarrestar las pérdidas de los instrumentos de renta variable.
Según el informe hecho por la Superintendencia de Pensiones (SP), en el quinto mes de 2020 los fondos de pensiones tipo B, C, D y E terminaron con cifras en azul, siendo solo el Fondo A (más riesgoso) el que cerró con una caída de 0,61% real en el mes.
Según el balance entregado este martes por la SP, al resto de los multifondos les fue relativamente bien durante mayo último.
Mientras el Fondo B (riesgoso) rentó un 0,69% real en el mes, el Fondo C (intermedio) cerró con un alza de 2,71%, en tanto que los fondos D (conservador) y E (más conservador) lograron rentabilidades de 4,40% y 3,89%, respectivamente.
El desempeño alcanzado por los fondos previsionales durante el mes permitió que en el caso de los fondos B y C se lograra revertir parte de las mermas registradas en marzo pasado, mientras que en los fondos D y E ya han recuperado la totalidad de dichas pérdidas.
De esta manera, al 29 de mayo último los activos previsionales totalizaron UF 5.573 millones (esta cifra equivale a US$ 196.905 millones, con un tipo de cambio de $ 812.74 a igual fecha).
Fondos de pensiones en mayo 2020
El análisis de los datos muestra que el desempeño del Fondo A durante mayo de 2020 se explica principalmente por el retorno negativo de las inversiones en acciones locales, lo que fue parcialmente compensado por la rentabilidad positiva de las inversiones en instrumentos extranjeros.
Lo anterior se puede apreciar al considerar como referencia el retorno mensual de los títulos accionarios locales medido por el IPSA, que cayó 8,88%, y la rentabilidad en dólares del índice MSCI mundial, que subió 3,38% el mes pasado.
Cabe señalar que durante mayo las inversiones en el extranjero se vieron desfavorecidas por la apreciación del peso chileno respecto de las principales monedas, lo que afectó negativamente a las posiciones sin cobertura cambiaria, contrarrestando parcialmente los retornos observados en las principales bolsas internacionales. Tómese como referencia la depreciación de la divisa estadounidense, con una caída de 2,85% en mayo.
Por su parte, la rentabilidad de los fondos B, C, D y E se explica principalmente por el retorno que presentaron las inversiones en títulos de deuda local e instrumentos extranjeros. Este desempeño fue parcialmente contrarrestado por la rentabilidad negativa de las inversiones en acciones nacionales.
Al respecto, durante mayo pasado se observó una caída en las tasas de interés de los instrumentos de renta fija nacional, lo que generó un aporte positivo a la rentabilidad de estos fondos por la vía de las ganancias de capital.
Recuperación en lo que va del año
Si bien este año ha sido particularmente complejo para los fondos de pensiones chilenos, especialmente por el impacto que ha tenido la pandemia por COVID-19 en el mercado financiero internacional y también local, los recursos previsionales han logrado revertir de manera importante las pérdidas generadas en todo tipo de activos financieros.
La incertidumbre se mantiene, razón por la cual la Superintendencia de Pensiones continúa monitoreando el correcto tratamiento de los riesgos de las inversiones por parte de las administradoras, proceso que implica una comunicación permanente con los regulados.
De acuerdo a los datos, tras registrar una caída acumulada de 17,02% a marzo pasado, el Fondo A ha recuperado parte importante de esa pérdida y a mayo último registra una caída acumulada de 10,42%. Esto, en el contexto de un significativo aumento de la volatilidad e incertidumbre tanto en los mercados financieros, como en la economía real.
Un escenario que también ha permeado en los fondos B y C, los cuales en los primeros cinco meses del año acumulan retrocesos de 6,83% y 2,44%, respectivamente. Este desempeño ha contribuido a recuperar parte de las pérdidas de marzo pasado.
En el caso de los tres fondos, la variación acumulada se explica principalmente por la caída que presentaron las inversiones en instrumentos extranjeros y acciones nacionales, lo que fue parcialmente compensado por la rentabilidad de las inversiones en títulos de deuda local.
Lo anterior se puede apreciar al considerar como referencia la rentabilidad en dólares de los índices MSCI mundial y MSCI emergente, con caídas de 9,77% y 17,26%, respectivamente (ver gráfico 1), y el retorno mensual de los títulos accionarios locales medido por el IPSA, que se contrajo 21,67% en lo que va de 2020 (ver gráfico 2).
Cabe señalar que durante este año las inversiones en el extranjero se vieron favorecidas por la depreciación del peso chileno respecto de las principales monedas, lo que benefició a las posiciones sin cobertura cambiaria, compensando parcialmente las pérdidas en las principales bolsas internacionales. Tómese como referencia la apreciación de la divisa estadounidense, con un alza de 9,15% durante 2020 (ver gráfico 3).
Por su parte, la rentabilidad de los fondos conservadores D y E se explica principalmente por las ganancias que presentaron las inversiones en títulos de deuda local.
Este retorno fue parcialmente contrarrestado por la merma de las inversiones en acciones nacionales e instrumentos extranjeros.
Al respecto, en 2020 se ha observado una caída en las tasas de interés de los instrumentos de renta fija nacional, lo que ha significado un aporte positivo a la rentabilidad de estos fondos por la vía de las ganancias de capital.
Lo anterior se puede apreciar en el siguiente gráfico:
Comportamiento en los últimos 24 meses
Para aportar al debate respecto del comportamiento de los fondos de pensiones chilenos más allá de la coyuntura, la Superintendencia de Pensiones agrega en esta ocasión un análisis de la rentabilidad obtenida por los fondos en los últimos 24 meses.
Los datos muestran que en los últimos dos años la rentabilidad obtenida por el Fondo A se explica principalmente por el retorno que han logrado las inversiones en instrumentos extranjeros, desempeño que se ha visto parcialmente contrarrestado por la pérdida de las inversiones en acciones locales.
Y es que pese a que durante los últimos 24 meses se observaron resultados negativos en los principales mercados internacionales, las inversiones en instrumentos extranjeros se vieron impactadas por la depreciación del peso chileno respecto de las principales monedas extranjeras, lo que favoreció a las posiciones sin cobertura cambiaria.
Lo anterior se aprecia al tomar como referencia la rentabilidad en dólares obtenida por los índices MSCI mundial y MSCI emergente, los que cayeron un 0,14% y un 16,84%, respectivamente, la apreciación de 29,35% experimentada por la divisa estadounidense y el retorno mensual de los títulos accionarios locales medido por el IPSA, que cayeron 33,31% en los últimos 24 meses.
En el caso de los fondos B, C, D y E, el análisis a 24 meses da cuenta que la rentabilidad obtenida en el período se debe principalmente al retorno de las inversiones en títulos de deuda local e instrumentos extranjeros, situación que fue parcialmente contrarrestado por las pérdidas que arrojaron las inversiones en acciones nacionales.
Al respecto, en los últimos 24 meses se ha observado una caída en las tasas de interés de los instrumentos de renta fija nacional, lo que ha implicado un aporte positivo a la rentabilidad de estos fondos por la vía de las ganancias de capital.
La evolución de los cinco fondos de pensiones en 12, 24 y 36 meses se puede apreciar en el siguiente gráfico: