Nuevos conceptos destinados al aumento presupuestario de la UE: Aproximación al Pacto Verde
Hemos venido anunciando la batalla de los Presupuestos Comunitarios, la cual comenzará supuestamente a partir del próximo día 19/6, y cuyos postulados ya se encuentran en poder de los responsables respectivos.
Como conocerán nuestros lectores, los mismos se han venido nutriendo principalmente de las aportaciones de los Estados Miembros, pero claro, tras el “Brexit”, el Reino Unido dejará de ingresar en las arcas de la Institución aproximadamente unos 10.000 millones de euros anuales, los cuales tendrán que ser sufragados proporcionalmente por los restantes Estados Miembros.
Digo aproximadamente, porque nadie conoce ni tan así, la cantidad resultante, y, por supuesto el tamaño real del “agujero” económico con sus “quitas” y “esperas” futuras que surgirán entre las partes como consecuencia de las imperfecciones de los acuerdos alcanzados. Dispondremos de tiempo para observarlos, así como el comportamiento deudor de los británicos.
Considerando además los desembolsos extraordinarios recientes en forma de préstamos y ayudas relacionados con Covid-19, no resulta extraño que en Belaymont, hayan tocado “zafarrancho de combate”, a la búsqueda de nuevos ingresos estables: Posibles aumentos IVA; nuevos aranceles extra comunitarios; y algún etc.., por descubrir, destinados a cubrir los desembolsos extraordinarios, así como la inexistente aportación del Reino Unido.
La nueva fórmula mediante otros ingresos fiscales supletorios y la esperanza de que no surja un “Brexit” caótico, deberían suponer puntales alentadores para el nuevo esquema fiscal.
Al igual que el guiño lanzado a la fuerza nuevamente emergente de “los verdes” en una apuesta clara hacia un pacto verde europeo que preconizan los más destacados grupos de la izquierda europea.
Tal “zafarrancho” capitaneado por la presidenta de la Comisión y su Comisario europeo de Presupuestos, comienza a perfilarse en la entrevista concedida por el segundo, al Financial Times, de origen británico con fecha 30.05.2020.
Los próximos pasos a seguir deberían encontrarse cercanos a:
- Esperar a ver cómo se pretende generar esos 10.000 millones a corto plazo que propugna el Comisario de Presupuestos. Tal frase e “importe” coinciden con la cantidad cesante del Reino Unido, pudiendo además dejar entrever una cercana reestructuración de aportaciones de los Estados Miembros, en cuanto sus fuerzas lo permitan.
- Un segundo capítulo de ingresos complementarios de 20.000 millones/año, qué irían ligados a la contribución procedente del gravamen a grandes empresas a partir del año 2024.
Faltaría por definir quiénes gozarían del “honor” de entrar en tan selecto Club, con un inicial “semillero” de unas 70.000 empresas seleccionables a través del volumen de facturación de las mismas.
Los cálculos muy previos de la Comisión Europea van encaminados a ingresos medios entre 140.000-280.000 millones, en función de las negociaciones con las empresas afectadas durante los próximos tres años.
Otra “piedra en el zapato” tanto para EEUU como para la UE, lo constituyen los llamados “impuestos sobre servicios digitales” o Tasa Google con distintas fricciones entre la Administración Trump con expedientes abiertos a distintos países.
No estaría de más intentar extender la situación actual en lo referente a la Tasa Google, hasta conocido el resultado de las próximas elecciones USA, por ver “si suena la flauta” y tenemos la suerte de un cambio conceptual.
Por el momento, EEUU ha entrado en una probable corta recesión, pero con muchos problemas sociales que “suelen explotan a la larga alrededor del candidato reinante”.
Sobre el autor:
Jesús Antonio Rodríguez Morilla, Doctor en Derecho (Cum Laude) www.modificadosobraspublicas.com