La complejidad en la interpretación de las cifras de contagios y fallecimientos producto del COVID-19 junto con los distintos criterios informados por la autoridad sanitaria en las últimas semanas, fueron analizados esta semana por la mesa conformada por senadores de las comisiones de Salud y Desafíos del Futuro y un conjunto de expertos en Salud Pública y Epidemiología.
Desde el punto de vista técnico, la exdirectora de Fonasa, Jaenette Vega, recomendó ver globalmente el tema, luego de la polémica que se generó por los distintos criterios adoptados por el Minsal para informar la cantidad de decesos provocados por el virus.
Hay que recordar que primero se indicaban los muertos con PCR positivo y luego se incluyeron a las personas fallecidas por problemas respiratorios sin que existiera referencia a dicho test. Sin embargo, ahora se optó por dar cuenta de los certificados de defunción emitidos por el Registro Civil cuya causa sea por la enfermedad cada 24 horas.
“Si se quiere ser precisos a la hora de comunicar, creo que se debiera usar las estadísticas vitales, ello demora, pero es serio. Eso entiendo que se va a aplicar desde ahora. El conteo por hospital es lo que se usa normalmente, pero ese método genera desfase de información. Una pregunta que hay que hacerse es ¿qué vamos a considerar por muerte COVID-19? porque se ha generado un subregistro importante, es decir, esa definición incide si la radiografía que tomamos es representativa”, dijo la doctora Vega.
Cabe consignar que se entiende por estadísticas vitales la información sobre nacimientos, defunciones y matrimonios, y otros datos verificables por la autoridad.
A su vez, desde el Consejo Asesor COVID-19 explicaron que “el conteo basado en el registro de hospitales es lo que se usa en el extranjero, lo que tampoco es tan exacto ni rápido”.
La especialista en Salud Publica, Ximena Aguilera, aclaró que “efectivamente dar información notificada en varios días por el Registro Civil es complejo, son datos ciertos, fidedignos, pero cuesta entender que ese número debe desagregarse. Nosotros somos de la idea de usar ese mismo dato, pero hacer una entrega semanal corregida. La entrega diaria de defunciones no nos parece”.
Desde el punto de vista comunicacional, todos los participantes de la sesión apuntaron a la urgencia de dar continuidad a la información con parámetros claros, lo que se ve perjudicado con el cambio de metodología, reconociendo también que en el caso de los fallecidos, este dato es particularmente delicado dada la connotación emocional que tiene.
Por su parte, la periodista especialista en temas científicos, Andrea Obaid, dijo que los periodistas que están cubriendo las pautas diarias que entrega el Minsal solicitaron hacer un documento para entender las distintas definiciones que se entregan y que cambian todo el tiempo.
“Es difícil informar bien a la población si el informante no entiende qué se le dice. Por eso hablamos de una crisis comunicacional, es urgente simplificar el lenguaje y entregar conceptos que no varíen. Solo así la información se considera confiable y la gente toma conciencia de la gravedad de la pandemia”, precisó.
En la jornada legislativa participaron los senadores Carolina Goic (DC), Guido Girardi (PPD) y Francisco Chahuán (RN) más la integrante del Consejo Asesor del Minsal por COVID-19, la especialista en Salud Pública, Ximena Aguilera; la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches; a ex directora de FONASA, Jeanette Vega; la seremi de la macrozona Austral del Ministerio de Ciencia, Pamela Santibañez; la seremi de la macrozona Sur de la citada cartera, Olga Barbosa; la periodista especialista en ciencia, Andrea Obaid; la epidemiologa experta en Salud Pública, Muriel Ramírez; la presidenta de la Sociedad de Microbiología, Claudia Saavedra.
