Casi puedo asegurarles que de las pocas cosas que no se modifican entre las paredes de Berlaymont, son los acuerdos alcanzados “sotto voce”, o si ustedes lo prefieren, “entre susurros”. Eso sí, mediando siempre los beneplácitos correspondientes. Esta es la historia cuya protagonista es la ministra de Economía de España, Nadia Calviño.
Si me permiten el símil, es como si se tratara de un gran Vaticano, donde en lugar de Curia romana, existen 27 Comisarios y su Presidenta al frente.
Siempre, a tenor de los tiempos pretéritos y coincidiendo con mis actuales fuentes y antiguos conocidos de Bruselas, existe una regla no escrita, pero como dicen los franceses se sigue ejerciendo con “savoire faire” (saber hacer) dentro la actual política UE, no exenta de maquiavelismos.
Por ello, determinadas actuaciones son llevadas a cabo dentro de unas normas aparentemente “lícitas” en política, pero llenas de carga de mensajes, intencionalidad, y elementos tóxicos.
Pero rigen otras reglas muy importantes que siguen imperando, y son las relativas al valor otorgado a la consideración de “socio fiable”, tanto a nivel financiero, como en conductas o comportamientos imprevisibles, así como nivel de aceptación o descontentos de la población a sus gobernantes, y, sobre todo, nivel de desempleo y deudas del Estado Miembro, casos en los que venimos suspendiendo.
Como ya hemos manifestado en otras ocasiones y al igual que EEUU, Europa no consideran fiable nuestro actual sistema político ni tampoco la mayoría de sus dirigentes.
Me cuentan, que cada vez asisten más atónitos al supuesto de que se pretenda utilizar a España como experimento de cambio de sistema político dentro de una eventual “probeta” de laboratorio y con abyectos fines de comprobar resultados futuramente aplicables en otros países democráticos.
Suelo responderles que Europa nos defenderá con su escudo protector político.
España en sus inicios, tras su incorporación en 1986 y en la II etapa de Delors, (1989-1993), fue considerada de un gran potencial e importancia que como mercado ofrecía al resto de Estados Miembros, consecuencia de que nos otorgaran dos Comisarios.
En el gabinete: Santer: 1995-99 volvimos a repetir el mismo número.
El quinquenio 1999-2004 se renueva nuestra presencia también con un binomio, aunque ya comenzaba a reducirse nuestro peso en la Comisión Prodi, como consecuencia de los primeros casos de corrupción, por ejemplo, el caso del fraude del Lino, mediante Fondos de ayudas de la Comisión.
Es a partir de la I Comisión Barroso, 2004-2009 cuando nuestra presencia se reduce drásticamente, quedándonos únicamente con la cartera de Economía, de contenido importante, ya que no se pretendía que la ruptura pareciera abrupta.
2010-2014 (II Comisión Barroso), continuamos con una Cartera de menor importancia que la anterior: (Competencia).
2014-2019 supone prácticamente nuestra desaparición de las carteras importantes, con la única presencia en una de categoría inferior: Acción climática y Energía.
Los escándalos de corrupción de nuestro Gobiernos, así como nuestra falta de influencia en la Comisión fueron aprovechadas por otros países, para progresar y restarnos protagonismo, hasta llegar a carecer en 2020 de un solo puesto de Comisario, ni tan siquiera de bajo nivel.
Pero si hay que poner fechas al inicio de nuestro declive, serían la del Gobierno Rajoy con el colofón actual del Social-Comunista.
NO NOS CONFUNDAMOS
Episodios de luchas de poder o anulación de adversarios, ocurren a menudo cuando se trata de aspirar o conseguir puestos de alguna relevancia en la sede de la Comisión.
Un ejemplo que algunos recordarán, aunque de mayor y distinto calado, pero significativo para una mejor comprensión, fue el de: LA SILLA VACÍA DEL GENERAL DE GAULLE, lo cual supuso el abandono de Francia del Consejo durante 6 meses como muestra de desaprobación sobre lo que suponía cambiar el método de la unanimidad por el de la mayoría cualificada, tan de vital importancia a la hora de la votación para elegir quién liderará al Eurogrupo.
Evidentemente, el ejemplo del General sería impensable en nuestros días, pero valga a efectos didácticos.
Tampoco creo que nuestra ministra sea vista con malos ojos por los nórdicos, ni tan buenos por los alemanes, ni vaya a ser víctima de emboscadas dentro de nuestro propio Gobierno, por retrasarse la presentación de si candidatura.
Como de costumbre, se jugarán bazas acordes fuerzas o capacidades de negociación.
A su favor, su tono equilibrado ante las cámaras y prestigio de ortodoxia financiera, le otorgan cierto caché y esperanzas profesionales que llegan hasta los Estados Miembros preocupados por la virulencia de nuestro devenir político.
No tengo el gusto de conocerla, pero me parece una profesional competente y eficaz dentro de lo poco bueno que este gobierno de sofistas de tres al cuarto, puede ofrecer a España y a Europa, sin entrar a valorar las lógicas intrigas y comentarios favorables a terceros que se irán desarrollando a partir de ahora y hasta fechas de elección.
Manifestábamos en un reciente Artículo, nuestra preocupación ante terceros interesados en tensionar y modificar plazos, efectividad y cantidades del Plan Europeo de Recuperación en el cual, nuestros adversarios procurarán involucrar a vuestra posible candidata a través de la siembra de todo tipo de dudas.
Tampoco olvidemos que los Países Bajos, nuestro Leviatán político en estos momentos, fue uno de los seis Miembros fundadores en 1957, de la hoy UE y eso, guste o no, supone un peso importante, aunque se le pretenda miniaturizar con su tamaño en habitantes y km2, resulta un gigante en política económica a pesar de su notoria falta de empatía.
Sobre el autor:
Jesús Antonio Rodríguez Morilla, Doctor en Derecho (Cum Laude) www.modificadosobraspublicas.com