La crisis sanitaria y económica que está dejando la pandemia del CORONAVIRUS en el país ha llevado a que la tasa de desempleo en el Gran Santiago se disparara en marzo a un 15,6%, lo cual ha llevado al Gobierno a estudiar y no descartar la posibilidad de crear “empleos de emergencia” para paliar los efectos negativos de la situación que viven millones de hogares en Chile.
Así lo aseguró la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, quien en conversación con radio Cooperativa dijo que luego de conocer la encuesta del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile que mostró una tasa de desempleo del 15,6%, no se descarta la posibilidad de aplicar este tipo de instrumento.
“La realidad que se está viviendo es muy compleja producto de que la medición es solamente del mes de marzo y solamente del Gran Santiago y, por lo tanto, o refleja lo que ha ocurrido en los últimos dos meses que han sido muy intensos en los efectos tanto sanitarios como sociales y económicos de esta crisis”, precisó.
En ese sentido, explicó que “puede haber antecedentes que hagan que efectivamente este número pudiese aumentar en las próximas semanas”, afirmando que producto de la Ley de Protección del Empleo la cifra no aumentó de forma exponencial.
Y precisó que «lo principal que tenemos frente a este 15,6 por ciento del mes de marzo, que podría verse aumentado producto de las cartas de despido de abril que fueron muy elevadas, lo que estamos visualizando es que no hay posibilidad de encontrar nuevos puestos de trabajo y eso hace que estas personas que están desempleadas no vean en el horizonte del tiempo una posibilidad real de volver a emplearse, y eso es un tema que a nosotros nos preocupa de manera bastante significativa«.
Zaldívar también se pronunció por algunas propuestas hechas por el economista Óscar Landerretche sobre la creación de fuentes laborales de emergencia, indicando que “tenemos que plantear reactivación que debe ser en lo económico y en lo laboral y ahí hay una serie de instrumentos que se pueden utilizar: uno es el que planteemos subsidios a la contratación, otro es el generar políticas de empleos de emergencia, otro es incentivar determinadas actividades”.
Finalmente, la titular del Trabajo dijo que «tenemos que trabajar en dos ámbitos al mismo tiempo: uno es la contingencia y otro es la proyección, y nosotros tenemos familias hoy que están desempleadas que lo más probable es que no logremos generar puestos de trabajo, ni aún cuando pongamos subsidios o planes, porque por el distanciamiento social hay muchas actividades que no se pueden desarrollar«.
Esta idea nos hace recordar el Programa de Ocupación para Jefes de Hogar (POJH) en 1982 y el Programa de Empleo Mínimo (PEM) de 1975 que se instauraron durante la dictadura cívico-militar, cuyos objetivos apuntaron a dar trabajo a los desempleados producto de la crisis económica que atravesaba el país.