Sin lugar a dudas la Pandemia que afecta a la humanidad nos ha dado cuenta de dos aspectos que son trascendentes para nuestra sociedad: La fragilidad de nuestra especie y la dependencia total a las redes de comunicaciones digitales. Internet llegó para transformar nuestras vidas, nuestra forma de relacionarnos, nuestra economía (que hoy es digital y basada en datos) e incluso ahora con el necesario y oportuno aislamiento social y cuarentenas selectivas, a regular la forma de estudiar y trabajar desde casa, gracias a la teleducación y teletrabajo, incluso con legislación aprobada que protegen a los trabajadores que opten por este y garanticen el derecho a la desconexión digital con el empleador por 12 horas.
Dentro de los aspectos positivos que se recordarán de esta tragedia sanitaria, será precisamente que fuimos capaces de dar un salto substantivo hacia la adopción masiva de tecnologías digitales seguras. Sin embargo nuestra sociedad no está conectada, ni digitalizada ni segura en el ciberespacio. Debemos ser capaces de entender que la brecha digital requiere superar cinco aspectos: La Urbanización Digital, La Alfabetización Digital, La Inclusión Digital, la digitalización de procesos transacionales y la Ciberseguridad de todos ellos.
Para lograr esto tanto el gobierno como la empresa privada se encuentran haciendo importantes inversiones como lo ha sido la adjudicación en abril del proyecto de fibra óptica terrestre continental, donde se tenderán 10.000 km de fibra para conectar a las 186 comunas más desconectadas de Chile, la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de Los Lagos. Es el subsidio de las telecomunicaciones más importante en nuestra historia por un monto histórico de 86 mil millones de pesos.
Este Mes del Mar sin lugar a dudas será distinto a los anteriores, dado no se podrá convocar a actos masivos, ni se podrán realizar los ejercicios conjuntos de la forma acostumbrada, pero la conmemoración de nuestros héroes de Iquique tendrá un significado especial bajo el mar.
El Grupo GTD completó la instalación del cable de fibra óptica submarina nacional, que conecta por mar desde Puerto Montt a Arica, aumentando al doble la capacidad nacional, sin requerir ningún subsidio del estado. Ese cable se llama PRAT, en homenaje a nuestro héroe nacional que recordamos este mes de mayo y que nos invita a reflexionar respecto del punto de inflexión en que se encuentra la humanidad. Los Océanos, nuestra fuente inagotable de agua, no solo permiten el comercio marítimo en su superficie, sino que además el comercio electrónico mundial a través de los cables de fibra óptica submarina que conectan los continentes. Esta nueva dimensión, la del ciberespacio, es la que tenemos que agregar al relato del mes del mar, dado hoy es digital.
