Como recordarán nuestros lectores, escribimos recientemente respecto a la puesta a disposición por la UE a España de un importe de préstamo-rescate por valor de unos 2.400 – 2.500 millones de euros.
Deseamos expresar a los mismos, la comisión de un error imperdonable de transcripción respecto a dicha cantidad, a todas luces insuficiente, en las cuales omitimos un cero, siendo la real: 24.000 – 25.000. millones, en lugar de las iniciales citadas. Mis disculpas con cierto retraso, en la seguridad de que se habrán percatado Uds. y obtener de nuevo su dispensa.
En ese mismo artículo, (ya sin errores de transcripción), comentábamos las declaraciones de la ministra Montero respecto a la posibilidad de encontrar otras ofertas en el mercado financiero más competitivas que las ofrecidas por la U.E. (señalando con puntos suspensivos, el autor, cierta incomprensión a sus manifestaciones).
Al tenor de las manifestaciones de Klaus Rengling, director ejecutivo del MEDE, cuya intervención en la rueda de prensa del Eurogrupo, seguimos, sus condiciones aparentemente responden a un coste final del 0,14%, y 10 años de amortización sin más recovecos, lo cual que supondría un repique de campanas.
No olvidemos que los mercados financieros, digamos de “vía pública”, suelen tener siempre unos comportamientos sádicos, distantes y aunque parezca mentira, sujetos a “regateos” ante clientela supuestamente no fiables.
Pero sí destacar entre la “cesta” de opciones financieras que se barajan en la U.E. el denominado FONDO DE RECUPERACIÓN, destinado a infraestructuras, entre ellas, las medioambientales tan deficitarias y durante mucho tiempo acuciando a España, además del cambio climático, nuestro Gobierno de sofistas aspira a lograr un trato favorecedor del suculento fondo que se pretende oscile alrededor de 500.000 millones de euros, cuyo fin reside en que sea una combinación entre transferencias sin costes y préstamos de caracteres blandos como el puesto recientemente a disposición de España.
Al menos, en ese sentido maniobra la Eurocámara frente a la Comisión Europea con “amago” de bloqueo presupuestario incluido. Por un lado, por parte del sector rico impera un Presupuesto del 1% de la Renta Nacional Bruta (RNB) y por el otro, los países eufemísticamente, menos ricos, la pretensión de aumentar hasta el 1.7%.
En fin, se trata de otro episodio más de los habituales entre este tipo de diabólicas paredes que rodean a las Instituciones europeas, a las cuales les esperan perpetuas reuniones de tira y afloja, donde probablemente el % se ancle más cerca a la posición de los ricos.
Sobre el autor:
Jesús Antonio Rodríguez Morilla, abogado, Doctor en Derecho (Cum Laude) www.modificadosobraspublicas.com