El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha anunciado este jueves que «explorará opciones» para proporcionar «imágenes adicionales» a sus aliados para mitigar los eventuales efectos que puedan resultar de su salida del Tratado de Cielos Abiertos.
«Estados Unidos tiene una comunicación cercana con sus aliados y socios con respecto a nuestra revisión del tratado y exploraremos opciones para proporcionar imágenes adicionales a los aliados para mitigar cualquier brecha que pueda resultar de la retirada», ha indicado el Pentágono en un comunicado.
En referencia a la salida del Tratado de Cielos Abiertos, anunciada este jueves como represalia por los supuestos incumplimientos de las obligaciones firmadas por parte de Rusia, el Pentágono ha clarificado que la notificación se entregará este viernes «formalmente».
Así, ha explicado que la decisión se ha tomado después «de una consideración cuidadosa» y que es «evidente» que permanecer en el tratado no sirve «al mejor interés» de Estados Unidos, ya que Rusia «no cumple con sus compromisos». «Las obligaciones de Estados Unidos en virtud del tratado finalizarán efectivamente en seis meses», ha matizado.
En este contexto, ha criticado que, aunque el Tratado de Cielos Abiertos pretende incrementar «la transparencia, la cooperación y el mutuo entendimiento», Rusia lo ha utilizado «cada vez más para apoyar las narrativas de propaganda en un intento de justificar la agresión rusa contra sus vecinos y puede usarlo para atacar militarmente a Estados Unidos» y sus aliados.
«Rusia también ha violado continuamente sus obligaciones en virtud del tratado, a pesar de una gran cantidad de esfuerzos estadounidenses y aliados en los últimos años», ha continuado el Pentágono. «No permitiremos que las violaciones reiteradas de Rusia socaven la seguridad de Estados Unidos y sus intereses», ha zanjado.
El tratado, del que forman parte también aliados clave de la UE y la OTAN, abre la puerta a que los Estados miembro realicen vuelos de observación –con aeronaves desarmadas– con el objetivo de obtener información de primera mano sobre las actividades militares sospechosas de otros países, en aras de la transparencia y la confianza mutua.
El acuerdo fue negociado hace tres décadas y, según Washington, Moscú lo ha incumplido al no permitir la vigilancia sobre una ciudad en la que podría estar desplegando armas nucleares ni sobre grandes maniobras militares. En cambio, considera que las fuerzas rusas se están aprovechando del tratado para obtener información sobre infraestructuras norteamericanas clave.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya llevaba meses valorando la posible ruptura. Con esta medida, ya serán tres los acuerdos militares rotos por Trump desde su llegada a la Casa Blanca, después de sacar a Estados Unidos del pacto nuclear con Irán y del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio suscrito con Rusia.