Pese a que el pasado 29 de abril, la presidenta del Senado, Adriana Muñoz había adelantado una serie de medidas preventivas para evitar contagios de Covid-19 durante la presentación de la Cuenta Pública del Presidente Sebastián Piñera ante el Congreso Nacional el próximo 1 de junio, el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp solicitó formalmente que dicha actividad se traslade a Santiago.

«Queremos proponer al Gobierno que en esta ocasión la Cuenta Pública se realice desde la sede del Congreso Nacional en Santiago, con el objetivo de evitar mayores riesgos de contagio. Si algo creemos que está claro, es que independiente del lugar donde se realice, la ceremonia no puede ser con público, porque eso sería contradictorio con todos los criterios de protección que se han planteado en el marco de la crisis», señaló el jefe comunal porteño.

Para Sharp se trata de hacer frente también al recuerdo del año pasado, cuando en la jornada del acto gubernamental se produjeron en la ciudad serios incidentes entre manifestantes y carabineros, una situación que en este año, con la destrucción causada por la crisis social desde el 18 de octubre y la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia de coronavirus, Valparaíso no puede permitirse.

«Lo importante es que este año, además de dar cuenta de lo realizado podamos conocer con claridad cómo el Gobierno está pensando enfrentar al mediano plazo, tanto la crisis social, económica y política, como también la pandemia que afecta al país y al mundo entero«, destacó también el jefe edilicio, que precisó que en ese contexto «haremos llegar al Gobierno un conjunto de propuestas que apunten a la generación de trabajos de calidad y al fortalecimiento de la salud primaria, que luego de esta crisis no cabe duda que no va a resistir si el presupuesto sigue siendo los cerca de $7 mil que el Estado entrega por cada niño o adulto mayor que se atiende. Si esta realidad no cambia en el corto plazo volveremos a enfrentar un escenario complicado».

Propuesta inicial del Senado

La senadora Muñoz señaló en su momento que se habían «fijado los criterios generales (…) hay que realizarlo en sede del Congreso, no se puede realizar en otro lugar».

En ese sentido precisó que la actividad se realizaría en forma mixta, esto es tanto de forma presencial, como remota, estando invitados diputados, senadores y ministros, quedando fuera de la invitación los integrantes del cuerpo diplomático y las Fuerzas Armadas nacionales, con el fin de no superar los 200 asistentes en el Salón Plenario.

Sólo faltaba confirmar el horario.