Cuando aún no se experimenta el momento más álgido de la crisis sanitaria por Covid-19, el Ministerio de Economía preparó y dio a conocer una serie de protocolos sanitarios para facilitar la puesta en marcha de determinadas labores productivas y la apertura gradual de los centros comerciales.
ODECU, si bien valora la iniciativa ministerial para reactivar la actividad económica, reconoce que debería resultar evidente para todos los actores sociales que la salud pública y la contención de la pandemia es la prioridad que deben tener los actores estatales y privados. La economía se recupera, las vidas humanas no.
Además, la organización de consumidores se muestra sorprendida ante la evidente ausencia del Ministerio de Salud en las conversaciones que generaron estos protocolos, los que reflejan un acuerdo alcanzado entre el gobierno y la Cámara de Comercio para reanimar el consumo, pero donde al parecer las medidas sanitarias que ha impuesto la cartera de salud no han tenido injerencia.
Por ejemplo, cuando el protocolo plantea recomendaciones para evitar las aglomeraciones en supermercados o centros comerciales, claramente no considera los desafíos que ha debido asumir el Ministerio de Salud en esta materia, los que han llevado a decretar cuarentenas obligatorias y establecer multas, en muchos casos millonarias.
Desde la perspectiva de ODECU, al reabrir los establecimientos comerciales se expone tanto a los trabajadores como a los consumidores.
Ahora bien, ODECU recuerda a los consumidores, y a los establecimientos comerciales, que de acuerdo con la Ley de Protección al Consumidor, si una persona adquiere el Covid-19 dentro de un supermercado, mall o tienda, y puede comprobarse la trazabilidad del contagio, la responsabilidad recae enteramente sobre la empresa propietaria del negocio, tal como lo señala la ley del consumidor en relación al derecho a la seguridad en el consumo y protección de la salud.
Por lo mismo, aún resulta prematura y riesgosa la decisión de abrir los locales, aunque sea en forma parcial.