China cuestionada mundialmente por sus prácticas “cavernarias” en cuanto al maltrato animal y otras tantas prácticas “poco civilizadas”, es una gran consumidora de carnes de animales entre ellas la de perros y gatos, que según cifras oficiales, solo en lo que respecta a perros sacrifican a 10 millones de canes por su carne.
El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales chino oficializó este jueves que los perros y gatos ya no podrán “servirse” y quedan excluidos del listado de animales comestibles.
El listado que podría ser modificado hasta el 8 de mayo, enumera los animales que pueden ser criados para su carne, su piel o con fines médicos, excluyendo perros y gatos.
«Es la primera vez que el gobierno chino dice que los gatos y los perros son mascotas y no están destinados al consumo», dijo el jueves en un comunicado la asociación estadounidense Human Society International (HSI).
Esta decisión se produce tras la prohibición en febrero del comercio y el consumo de animales salvajes, una práctica sospechosa en la propagación del nuevo coronavirus.
Además el 2 de abril pasado la ciudad china de Shenzhen decretó no comer comer perros, gatos y animales silvestres, con el fin de impedir futuras epidemias como la actual pandemia de Covid-19.
El comercio de animales silvestres también había sido prohibido durante la crisis del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en 2002-2003, un coronavirus cuya transmisión también se había relacionado con el consumo de animales salvajes.
Sin embargo superada aquella epidemia el comercio se había reanudado rápidamente al igual que ahora, que ya –según reportes de prensa- en varios mercados de China se venden especies “salvajes” para ser cocinadas o preparadas para pócimas y “remedios”.