El año pasado, 1 de cada 7 hogares estadounidenses padecía inseguridad alimentaria, según alertó la Campaña Católica para el Desarrollo Humano (Catholic Campaign for Human Development, o CCHD), y por ende candidatos a enfermar y de Coronavirus en la actualidad ya que no se ha modificado este dato.
Pero el foco de la pandemia en los EEUU está en Nueva Yor donde No es destellante y glamoroso. En Sandwich, Nueva Hampshire, un pueblo de 1.200 habitantes, la banda ancha es escasa y la internet simplemente funciona de manera intermitente por la sobre carga. Imposible ver Netflix, mucho menos de trabajar o estudiar desde casa, “a tal punto es deficiente el servicio que el Departamento de Policía tiene problemas para subir sus reportes”, explica un cable de la norteamericana AP.
Increíblemente, no hay números definitivos de cuántas personas no tienen acceso a la banda ancha y/o a internet. La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) calcula que son 21 millones, pero sus datos son deficientes y desactualizados.
Pero BroadbandNow calcula que son 42 millones de estadounidenses con limitado o nulo acceso a la internet. La brecha digital afecta de forma desproporcionada a áreas rurales, afroamericanos, latinos e indios americanos en tierras tribales, señala la ONG.
“La penetración de banda ancha es una métrica clave que impulsa la economía actual, sin embargo, a partir de 2013, EE.UU. ocupa el puesto 16 en el mundo en cuanto a conectividad de banda ancha y deja a más de 37.0 millones de estadounidenses desatendidos. Desafortunadamente, esto significa que encontrar una buena banda ancha puede ser un gran desafío para muchos clientes y, en nuestra opinión, es inaceptable”, explica BroadbandNow.
Pero no solo es el problema con el acceso a la internet, en momentos que para prevenir el contagio con Coronavirus, se les pide a las personas que permanezcan en sus casas y trabajen, estudien y se entretengan vía online y con el oscuro pronóstico dado a conocer por el propio Presidente Donald Trump, que la Casa Blanca proyectó que entre 100.000 y 240.000 personas morirán en Estados Unidos a causa de la pandemia del nuevo coronavirus si se mantienen en vigor las directrices de distanciamiento social, que sin duda diezmará a los más de 40 millones de pobres que viven o sobreviven en el país y que tienen poco y nada acceso a la salud de los Estados de la Unión.
Se suma a este problema -hoy básico-, la invisible cantidad de pobres, desplazados e indigentes que habitan la nación autodenominada “la más poderosa del planeta”.
Según informe de Human Rights Watch, en 2016, casi 41 millones de personas (el 13% de la población) vivían en la pobreza. De este número, se calcula que más de 2 millones de personas simplemente están en la indigencia o como le gusta decir en Chile: “gente en situación de calle.
Pintan rectángulos en una playa de estacionamiento donde deben dormir los indigentes en Las Vegas, 30 de marzo de 2020. La medida ha provocado indignación en las redes sociales en vista de que los hoteles están casi desiertos. (AP Foto/John Locher)
En esta pobreza –de la cual no se habla mucho en los EEUU- se deben considerar los 2,2 millones de personas en cárceles y prisiones y los más de 4,5 millones en libertad condicional o bajo fianza en 2017, el último año para el cual estaban disponibles las cifras de la Oficina de Estadísticas de Justicia según el informe de Human Rights Watch y ganan –no siempre- el salario mínimo federal de US$7,25 por hora, es decir $ 6.210,35.
Pero los llamados umbrales de pobreza son determinados por el gobierno de los Estados Unidos y varían en función del tamaño de una familia y las edades de sus miembros. En 2016, el umbral de pobreza, también conocido como “línea de pobreza”, para un solo individuo era de US$12,228. Para dos personas, el umbral promedio ponderado se situó en US$15,569.
En estos días, en que arrecia el coronavirus, por ejemplo son más de 5.500 personas sin techo que residen en Las Vegas y el área conurbada.
Los indigentes en Las Vegas han recibido órdenes de dormir en rectángulos pintados en el pavimento en un estacionamiento para limitar la propagación del coronavirus, una medida que ha provocado indignación en las redes sociales, revela AP.
El ex jefe de vivienda del gobierno de Barack Obama, Julián Castro, sugirió en Twitter que se los aloje en cuartos vacíos de hotel.
La actriz Alyssa Milano tuiteó: “En Las Vegas la gente sin techo duerme en el piso de hormigón de un estacionamiento -a seis pies (dos metros) de distancia entre sí- mientras todos los cuartos de hotel están vacíos”.
Las autoridades de Nevada no han propuesto -como las de California y otros estados- alojar a los indigentes en los hoteles. Los famosos resorts de Las Vegas Strip empezaron a vaciarse hace dos semanas cuando el gobernador Steve Sisolak decretó el cierre de los casinos. Sin embargo, pudieron mantener abiertos los hoteles para no incomodar a los clientes o con fines de emergencia.
Las cifras
De acuerdo con el informe de las Campaña Católica para el Desarrollo Humano (Catholic Campaign for Human Development, o CCHD) y utilizando los datos del Censo de los Estados Unidos de 2016, la mayor tasa de pobreza -según origen étnico- se encuentra entre los nativos americanos (27.6%), con los negros (26.2%) con la segunda tasa de pobreza más alta y los hispanos (de cualquier procedencia) con la tercera tasa de pobreza más alta (23.4%). Los blancos presentaban una tasa de pobreza del 12.4%, mientras que la de los asiáticos fue de 12.3%.
El buque hospital de la USS Nanvy con mil camas para atender la emergencia en Nueva York. (REUTERS/Mike Blake)
El presidente Donald Trump llega a una conferencia en la sala de prensa James Brady, en Washington, el martes 31 de marzo de 2020. (AP Foto/Alex Brandon)