En la hora del adiós como Presidente del Senado, Jaime Quintana hace con Infogate un breve balance de su gestión al frente de la Cámara Alta, de su relación con el Gobierno de Sebastián Piñera en medio de la crisis social y lo que podría deparar el futuro, tanto al país como a su sucesora a contar de este martes, la senadora PPD Adriana Muñoz.
Quintana aún es recordado por su frase de la retroexcavadora contra el modelo seguido por la primera administración Piñera, en los inicios del segundo gobierno de Michelle Bachelet. Durante su gestión fue uno de los lideres del acuerdo partidario del 15 de noviembre, dirigido a recuperar la estabilidad del país y sacarlo de la crisis. Ahora, poco antes de dejar su cargo, el senador volvió a disparar contra el Mandatario de derecha, conminándolo a aceptar «un parlamentarismo de facto», torpedeando así el tradicional (pero agotado) presidencialismo que ya cumple 95 años en el país.
«Si Piñera quiere seguir gobernando debe pasar a una segunda línea y aceptar un parlamentarismo de facto. Hay muchos columnistas que han señalado que, particularmente después del acuerdo constitucional, en Chile se vio un presidencialismo más atenuado y un parlamentarismo incipiente, que ha irrumpido más allá de las atribuciones que tiene, las que son muy pocas», aseguró el senador por la Araucanía, quien este martes dejará su cargo como presidente del Senado.
Entrando en el detalle, afirmó que «no digo que se haga un cambio legal ni constitucional en el corto plazo, pero sí aceptar que tengamos que compartir responsabilidades«.
El momento de los balances
En medio de un momento difícil y de alto impacto en la historia nacional, el senador Quintana comentó que «ha sido un año especialmente complejo; nadie puede decir que ha sido un año fácil, particularmente por la última etapa que nos toco enfrentar, el estallido (social), sin embargo el balance final es que fue un año de errores, la política no solo en este tiempo, tradicionalmente ha cometido muchos errores, tiene gran parte de responsabilidad en el estallido o la crisis -como se quiera ver-«.
Añadió, sin embargo, que «siento que también la política, y el Senado, en este último tiempo, han tenido aciertos relevantes en el rol que nos correspondió jugar en torno al acuerdo por la paz sin duda, fue el senado con los partidos el que empujo dicho acuerdo, con los parlamentarios, con los miembros de constitución; en lo que fue el despacho del proyecto de presupuesto particularmente en el incremento de pensiones básicas solidarias, donde fue el Senado que tuvo un rol crucial en aquello; despachamos una Ley de Paridad donde los senadores hicieron un tremendo esfuerzo para que Chile hiciera historia en el mundo, con un ejercicio paritario para elaborar una constitución en democracia».
«Y por lo tanto, creemos que el balance tiene este eje positivo, cuando muchas veces se denosta la política con tanta facilidad creo que a veces cuesta un poco detenerse en aquellos aspectos que son centrales para mejorar la calidad de política», subrayó.
– ¿Cómo ha sido la relación con el Gobierno? ¿Ha sido compleja antes y después del estallido social?
«Yo no diría que la relación ha sido compleja. Lo que pasa es que el gobierno… cuando digo que la política ha cometido errores no es sólo el Congreso: el Gobierno ha cometido también muchos errores, partiendo por exacerbar el modelo. Este Gobierno llega con un triunfo democrático y legítimo, pero lo primero que hace es exacerbar el modelo económico, y eso claramente fue un acelerante en este estallido. Pero en general, la relación nuestra con el Gobierno ha sido bastante fluida, normal, buscando puntos de acercamiento cuando ha correspondido, pero también dejando muy en claro cuáles son nuestras posiciones».
– Especialmente con los llamados que ha hecho el Gobierno, sobre todo desde diciembre en adelante, de condenar la violencia, con el tema de seguridad, donde ha habido dimes y diretes entre la oposición y el oficialismo…
«Sí, claro, pero desde el punto de vista de seguridad el responsable único y exclusivo es el Gobierno a través del ministro del Interior, porque es quien tiene la tuición de las policías. Nosotros creemos que las últimas leyes que el Congreso, particularmente el Senado, dio sus votos para algunas herramientas penales que no existían, pero si pensamos que no eran necesario porque el Gobierno cuenta con un ordenamiento penal con esas herramientas, sin embargo se aprobaron esos proyectos. El Gobierno ahora no tiene ninguna excusa para no lograr controlar el orden público, pero el control del orden público tiene que ser con respeto irrestricto a los derechos humanos; eso es lo que el Gobierno tiene que entender, que no hay una dicotomía, pero también tiene que entender que el gran tema ausenteal cual el Gobierno le ha hecho el quite es a un acuerdo en materia social; el Gobierno habla de acuerdos nacionales y le quería poner discusión inmediata al proyecto de pensiones; o sea, la derecha es responsable de que tengamos hoy en día -ellos fundaron el modelo de las AFP- un modelo que ha hecho a los adultos mayores más pobres, y bueno, no pueden pretender que eso se resuelva en seis días, más aún con un incremento insignificante. Esto se resuelve con un cambio estructural al modelo y eso lo entendió la ministra del Trabajo cuando se lo planteamos el pasado 4, también como Senado».
– Una de las quejas que ha tenido el Gobierno respecto del Congreso es sobre el número de interpelaciones y acusaciones constitucionales, en cuanto eso entorpece la labor parlamentaria
«Los diputados tienen herramientas constitucionales de fiscalización que cuando hay errores, hay que usarlas, pero creo que tampoco hay que abusar de ellas, y yo no creo que hoy en día la solución sea presentar una tras otra acusaciones constitucionales, más bien se trata de cómo generamos condiciones para el Plebiscito sea un éxito.»
– Qué recomendación le dejaría a su sucesora
«Creo que este es un cargo que hay que asumirlo con los costos que significa; muchas veces significa también postergar aspectos importantes de nuestra tarea como la representación territorial; la senadora que tendrá que asumir esta viene de regiones y yo también espero que su región tenga la comprensión que espero haya tenido la mía, la Araucanía, porque esto requiere entregarse completamente, con mucha energía, con la mejor disposición para enfrentar esta tarea, que no es fácil; el estallido o la situación que vive hoy el país de pérdida de confianza aún se mantiene; nosotros ya hicimos un aporte, yo seguiré colaborando con la nueva mesa, pero creo que hay que tener un diálogo con todos los sectores, con el Gobierno pero también uno muy fluido con el mundo social; eso intentamos hacerlo y creo que es muy importante que la mesa también lo mantenga».
