Las críticas a la violencia de la policía chilena revivieron el martes con la difusión masiva de imágenes de un agente que golpea una y otra vez a un anciano en el suelo, reporta un cable de la agencia norteamericana AP.
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, admitió que hubo un “uso excesivo de la fuerza” y se limitó a decir que habría una investigación al interior de la policía. No aclaró si el responsable de la golpiza será suspendido de sus funciones y sacado de la calle.
La violencia policial se registró el domingo, mientras se desarrollaba una gigantesca marcha feminista que reunió sólo en la capital chilena a unas 800.000 mujeres, según la vocera oficial Karla Rubilar.
La imagen no ha dejado de generar polémica: Patricio Bao, de 69 años, corre y lanza un puntapié a un policía que detiene a un manifestante en las cercanías de una plaza pública escenario continuo de protestas. El agente suelta a la otra persona y golpea varias veces a Bao, que cae al suelo. Un par de jóvenes intervienen a favor del anciano, y en respuesta una de ellas recibe un golpe en una mano.
En medio de los gritos de las jóvenes, Bao se levanta del suelo e intenta alejarse, pero el policía lo alcanza corriendo, lo aferra con fuerza por el suelo y vuelve a pegarle. Un policía hace amago de calmarlo, pero la paliza prosigue.
El anciano, que debió ser suturado con puntos en la cabeza y en un párpado, según contó él mismo al canal de televisión local TVN, fue detenido y la Intendencia (gobernación) se querelló en su contra.
El ministro de Justicia, Hernan Larraín, dijo que “lo sucedido en este caso es chocante”.
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Varios dirigentes parlamentarios opositores retomaron la idea de acusar constitucionalmente al Ministro del Interior, por ser el responsable de la policía.