Si el pequeño comercio de los barrios se había visto afectado por casi cinco meses de protestas que incluyeron saqueos y pillaje, la llegada del verano daba una tregua a este sector productivo cuyos trabajadores ganan menos del mínimo y su principal ingreso proviene de las propinas, como es el caso de lo garzones que, según cifras entregadas por Juan P. Swett, presidente Asociación de Emprendedores de Latinoamérica, solo en el rubro restaurantes y cafés los trabajadores llegan a los 250 mil.
En este escenario llegó el Coronavirus que está dando el tiro de (des)gracia al pequeño comercio de los barrios que se han visto obligados a cerrar por la emergencia sanitaria, lo que es acertado pero que no tiene ninguna medida gubernamental que permita proyectar que habrá un apoyo más allá de los rimbombantes anuncios del plan económico de emergencia.
En un recorrido por Providencia, Recoleta, Santiago Centro, el panorama de este viernes 20 de marzo es realmente desolador y solo se puede proyectar desempleo, angustia y aumento de la pobreza.
El siguiente es el registro gráfico realizando por el Equipo e Infogate da cuenta de uno de los efectos más letales de esta pandemia como es el desempleo y la miseria que se hará sentir fuerte en los próximos meses.
Paseo Bulnes, Centro Cívico de Santiag, a las 18:00 horas de este viernes 20 de marzo. (Foto: Infogate MEE)
Paseo Huéfanos con Ahumada, una de las intersecciones del centro de Santiago con mayor tráfico humano, el jueves a eso de las 11:30 horas lucía así. (Foto: Ifogate)