Una década ha transcurrido desde uno de los más dramáticos sucesos de la época reciente de nuestro país: a las las 3:34 de la madrugada del sábado 27 de febrero de 2010 se desató el segundo terremoto más fuerte de la historia nacional, con una magnitud de 8,8 ° en la escala Richter, sismo seguido por tsunami que dejó en total 521 víctimas fatales (104 a causa del maremoto), y cerca de 2 millones de damnificados.
El terremoto afectó a 233 comunas, dejó 370 mil viviendas afectadas, 133 hospitales y 6.168 establecimientos educacionales dañados, por lo que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha debido invertir $52.568 millones en reconstrucción.
El desastre natural impulsó un cambio completo en la legislación y procedimientos para enfrentar emergencias de este tipo en el país, tanto en temas preventivos como de accionar tras la ocurrencia del hecho, lo cual se ha ido perfeccionando progresivamente a lo largo de esta década.
A continuación un homenaje gráfico en recuerdo de esta tragedia que enlutó al país: