Queda menos para el inicio del año escolar y los apoderados ya se encuentran comprando los materiales y libros solicitados en los colegios particulares. Y como ya es costumbre, el alto valor de los textos escolares complica el presupuesto de miles de familias en el país, que muchas veces deben hacer grandes esfuerzos para cumplir con este compromiso. Pero, ¿cuál es el motivo del valor excesivo de los libros, existen alternativas para abaratar costos? De eso y más nos contará Marcelo Arriagada, coordinador general de consultora Ziemax.
Desde hace muchos años, la compra de los textos escolares representa el mayor gasto de las familias chilenas, llegando a superar los $160.000 por cada hijo. Esto, debido en gran parte a los vicios de un mercado desregulado, la alta carga impositiva y un margen altísimo de ganancias para las editoriales, que además gozan de una tendencia monopólica que no ayuda a rebajar los valores.
Sin embargo, cabe señalar que muchas veces no sólo se está comprando un texto, sino que, como en el caso de Ziemax, se está invirtiendo en un programa educativo, con plataformas de seguimiento y asesorías pedagógicas a lo largo de todo el año.
De acuerdo a lo que explica Marcelo Arriagada, es el propio cuerpo docente de los establecimientos educacionales quienes deciden qué textos se utilizarán, “esto, a partir de criterios pedagógicos y de servicios, buscando salvaguardar la relación entre precio, calidad y beneficios asociados a la implementación de estos textos”.
En este aspecto surgen algunas críticas, ya que los apoderados no tienen alternativas para adquirir a menor costo este material, tomando en consideración además que las ediciones cambian cada año. “Las nuevas ediciones obedecen a la necesidad de actualizar los textos, considerando el formato, las prestaciones digitales y la pertinencia curricular, sin embargo son conocidas las malas prácticas de algunas editoriales que han generado un vicio a un proceso necesario sólo con el afán de incrementar sus ganancias”, comenta el especialista.
Sobre los textos que el Mineduc distribuye en los colegios municipales, que tienen un costo bastante menor, Arriagada señala que existe recelo de ser utilizados en los establecimientos particulares “debido a las complejidades que presenta el cumplimiento de estándares de calidad asociados a una sana implementación curricular”.
Pensando en soluciones, es que algunos apoderados se han ido organizando para reciclar los libros de un año a otro, aunque esta alternativa es compleja debido a que gran parte de ellos requiere de una interactividad que hace difícil su reutilización. En cuanto a la opción de libros digitales, el coordinador general de consultora Ziemax indica que “las experiencias de lectura digital son un mundo en el que todavía estamos en pañales en nuestro país, nos queda mucho camino por recorrer, además, hay una brecha estructural que no propende, a nivel país, a instalar adecuadamente este formato de aprendizaje”.
En este aspecto y para aportar el hecho de que los valores sean lo más equilibrados posible, es que en la editorial Ziemax “promovemos cambios de edición cada dos años que sean amigables con las familias y con el ambiente, asegurándonos de que nuestro programa educativo sea una ayuda también para que docentes de todo el país implementen adecuadamente el currículum escolar”, puntualiza Marcelo Arriagada. Asimismo, agrega que han congelado ya por dos años consecutivos, sus precios de implementación de material, atendiendo a la realidad y contingencia social y cuentan con canales de información para la familia y docentes totalmente abiertos durante todo el año, para que recaben información acerca de textos y modelos de implementación de material.