Los diputados alemanes aprobaron este miércoles, bajo condiciones, el proyecto del futuro avión de combate europeo, que reemplazará a largo plazo a los Rafale y Eurofighter, y brindará una nueva dinámica a la «Europa de la defensa». La maqueta a tamaño real fue presentada en la feria aérea Le Bourget realizada en junio de 2019.
Tras varios meses de rivalidad político-industrial entre Alemania y Francia, los miembros de la Comisión de presupuesto del Bundestag (parlamento alemán) aprobaron suministrar créditos por 77 millones de euros para lanzar la primera etapa importante del proyecto franco-alemán, al que se unió también España, reseña un cable de AFP.
Los diputados de la mayoría, conservadores y socialdemócratas, votaron a favor, al igual que la extrema derecha. En tanto, los ecologistas y la extrema izquierda lo hicieron en contra.
Esta decisión permitiría financiar, en paridad entre Francia y Alemania, los estudios con vistas a la construcción, en 2026, de un prototipo del avión de combate europeo de nueva generación (NGF o «New Generation Fighter»).
El monto liberado es limitado en comparación con el presupuesto total del programa, pero el paso de este miércoles ha sido crucial, puesto que un resultado en contra habría puesto el futuro del proyecto en tela de juicio.
Según varias fuentes parlamentarias interrogadas por la AFP, el futuro avión aún despierta ciertas reticencias.
«Vamos a hacerlo porque no queremos deteriorar las relaciones franco-alemanas, justo antes de la venida del presidente francés Emmanuel Macron este fin de semana a Alemania, para la Conferencia sobre seguridad de Múnich», dijo a la AFP, antes de la votación, el relator del proyecto en la Comisión de presupuesto, Rainer Brandl.
Pero los diputados alemanes, que desde un principio temen que los socios industriales franceses dominen en demasía el proyecto, han establecido ciertas condiciones.
Quieren, en particular, desarrollar otro gran proyecto militar franco-alemán de envergadura, el programa de tanques MGCS (Main Ground Combat System), que sería liderado por los alemanes, y que progrese al mismo ritmo que el de los aviones del futuro.
Ambos proyectos deben avanzar «en paralelo», indica una resolución al respecto también aprobada este miércoles en el Bundestag.
Los diputados también solicitaron garantías para que los intereses de las empresas de alta tecnología alemanas sean mejor defendidos durante el desarrollo del proyecto.
El avión, que entraría en servicio hacia 2040, es la pieza clave del programa SCAF (Future Air Combat System), que también prevé desarrollar drones y misiles de crucero.
Esta votación afirmativa abre la vía a la notificación de contratos a los grupos industriales involucrados en el proyecto, en particular Dassault, Airbus e incluso Thales. Y reactiva un programa que comenzaba a derrapar…