En su primera actividad oficial al regreso de sus vacaciones, el Presidente Sebastián Piñera encabezó la reunión de gabinete con sus ministros en el Palacio de La Moneda, luego de la cual hizo hincapié en un “gran acuerdo nacional contra la violencia y en defensa de la democracia”.
“La línea divisoria no es entre Gobierno y oposición. La línea divisoria es entre aquellos que creemos en la democracia y queremos vivir en paz, y aquellos que practican la violencia y quieren destruir nuestra democracia”, señaló el Mandatario.
“Este acuerdo y la colaboración de todos los chilenos de buena voluntad contribuirá a sanar las heridas y que Chile pueda reemprender el camino de la democracia, el progreso, la justicia y la paz”, destacó el Jefe de Estado.
Además, Piñera insistió en impulsar la Agenda Social para elevar las pensiones de más de 800 mil chilenos, que se sumarán a los 1,6 millones de beneficiarios de pensiones básicas solidarias. Además, pidió al Congreso aprobar el ingreso mínimo garantizado, que mejorará significativamente los ingresos de más de 700 mil trabajadores chilenos.
Por otro lado, el Mandatario enfatizó en la necesidad de asegurar el orden público de cara al Plebiscito del 26 de abril próximo. Ello, con el fin de asegurar y contar con un proceso “democrático, limpio y transparente”.
En ese sentido, indicó que «todos queremos mejorar, cambiar, modificar, perfeccionar la Constitución y hay dos caminos, los dos igualmente legítimos e igualmente democráticos. Uno es el camino de una convención constitucional, el otro es el camino de la institucionalidad vigente”.
Añadió también que “el Gobierno está comprometido con impulsar una gran participación de los chilenos y asegurar un Plebiscito democrático, limpio y transparente. Y como es natural, nuestro Gobierno va a garantizar este Plebiscito y también va a respetar la decisión que libre y soberanamente tomemos los chilenos el 26 de abril”.
Finalmente, el Presidente subrayó la necesidad de avanzar en proyectos de ley importantes para promover el orden público como la modernización y fortalecimiento de Carabineros de Chile, la reorganización del Sistema Nacional de Inteligencia y la ley que permitirá que las Fuerzas Armadas custodien infraestructura crítica, como hospitales, aeropuertos, centrales de electricidad y plantas de agua potable.