La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió este jueves abordar las causas de las protestas y manifestaciones que se han desatado en América Latina, apuntando el problema a la desigualdad que existe en la región.
Así lo expresó esta jornada en Ginebra durante la actualización oral al Consejo de Derechos Humanos, en el marco del 43 periodo de sesiones del órgano intergubernamental que se extenderá hasta el próximo 20 de marzo.
“En muchos países, distintas protestas se ven alimentadas por profundas desigualdades. Las respuestas violentas por parte de fuerzas de seguridad pueden socavar más la confianza pública en los sistemas económicos y políticos”, enfatizó.
Bachelet se refirió a situaciones en más de treinta países de todos los continentes, incluyendo América del Sur, donde en particular hizo mención a eventos ocurridos en Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador.
“En Chile y Ecuador, como en otros lugares, se necesita garantizar la rendición de cuentas por violaciones de derechos humanos ocurridas en el contexto de manifestaciones, y abordar las causas profundas de las protestas: las desigualdades. En ambos países, la Oficina ha proporcionado recomendaciones a los gobiernos y la sociedad civil para una hoja de ruta sostenible, guiada por las normas de derechos humanos”, sostuvo la alta comisionada.
Bolivia
La expresidenta también se refirió a Bolivia, indicando que recientemente envió una misión al país altiplánico “donde mi oficina está apoyando los esfuerzos de la ONU orientados a superar la actual crisis social y política”.
“La crisis poselectoral del año pasado resultó en al menos 35 muertes y 800 heridos, la mayoría ocurridas durante operaciones del ejército y la policía. El procesamiento de exfuncionarios de gobierno y personas relacionadas con la administración anterior son un motivo de preocupación”, explicó.
Brasil
En cuanto a Brasil, Bachelet señaló que hay constantes ataques contra defensores de los DD.HH., incluyendo asesinato entre los que se encuentran líderes indígenas que piden políticas que protejan el medio ambiente.
“En Brasil, ataques contra defensores de derechos humanos -incluso asesinatos-, muchos de ellos contra líderes indígenas, ocurren en un contexto de un importante repliegue de políticas para proteger el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas. También existe una creciente toma de poder sobre tierras indígenas y de afrodescendientes, así como esfuerzos para deslegitimar el trabajo de la sociedad civil y movimientos sociales”, mencionó.