Diputados de Renovación Nacional presentaron este jueves una denuncia ante la Fiscalía en contra de los dirigentes de la ACES y Cones en el marco del boicot en contra del proceso de admisión a universidades y la no realización de la PSU.
Así lo explicó Sebastián Torrealba, quien dijo que lo realizado el lunes y martes no fue un boicot a la herramienta que se usa para el ingreso a las casas de educación superior, sino que “es un boicot a los sueños de miles de jóvenes chilenos que habían puesto sus esperanzas en poder ingresar a la educación universitaria”.
“No vamos a aceptar que organizaciones ideologizadas impidan ejercer sus derechos a los jóvenes chilenos”, aseguró.
Asimismo, solicitó al fiscal nacional que se designe un persecutor especial para que investigue esta situación en el país, insistiendo que como parlamentarios revisarán la ley para sancionar más duramente a quienes utilicen medios violentos para expresarse
Por su parte, Francisco Eguiguren explicó que con la suspensión de la PSU se ha hecho un “daño enorme” a más de 300 mil jóvenes a “un esfuerzo que han tratado de construir con esfuerzo”.
Además, cuestionó el rol que ha tenido el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, en el conflicto, asegurando que “no le ha hecho mucho honor a su apellido, no es muy Vivaldi, porque en Chile estamos viviendo un momento de crisis y era obvio que los lugares donde se iba a rendir la PSU iban a estar expuestos a que estos jóvenes trataran de boicotearlo”.
En ese sentido, Paulina Núñez precisó que efectivamente la PSU requiere cambios, pero “lo que no puede ocurrir es que validemos la violencia para manifestarnos y lograr respuestas a una demanda que es histórica”.
“Hacemos un emplazamiento directo a los jóvenes que hoy día están en el Congreso, a los que militan en el PC y en los partidos del Frente Amplio, porque e silencio de ellos no solamente se transformar en cómplices pasivos, sino que hoy son cómplices activos de la violencia”, sostuvo.