El Retail ha sido una de las áreas más afectadas por la crisis social y económica que se produjo en nuestro país. Según cifras de la Cámara Nacional de Comercio, las ventas marcaron en noviembre una baja real anual de un 18,5% (cifras de diciembre aun no han sido entregadas) y el panorama para los siguientes meses no es el mejor.
Tanto impacto tuvo que ya dos conocidas tiendas anunciaron que dieron inicio a un proceso de reorganización para evitar la quiebra (hoy en día llamada liquidación), mientras esta semana se anunció que Hites se vio afectada por la baja en su nivel de solvencia, asignándole además una perspectiva negativa.
Todos estos datos indican que, a la crisis que ya presentaba el retail por su competencia con el ecommerce durante el 2019, el estallido social vino a remarcar estas diferencias y afectó además a aquellas tiendas que se encuentran cerca de los lugares de mayor protesta.
Muchos negocios pequeños también están viéndose afectados por esta verdadera crisis del retail, lo que preocupa a los controladores, quienes están buscando soluciones para no cesar sus operaciones este 2020.
“Según los datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), Chile es el país con mayor tasa de penetración de internet en América Latina, con más de un 70%, lo que lo posiciona en uno de los lugares donde el comercio online está creciendo exponencialmente, hecho que empujó la crisis del retail durante los primeros meses del 2019, con caídas a su nivel más bajo los últimos cinco años. A esto hoy se suma las consecuencias de una crisis que obligó a muchos negocios a cerrar durante un mes, sin tener ventas. Otros negocios además fueron saqueados o quemados y hasta el día de hoy no han podido reabrir sus puertas”, explica Claudia Muñoz, Directora Comercial de Integral Chile.
Es en este momento donde muchas empresas se ven enfrentadas a la disyuntiva de cerrar o seguir funcionando y algunas creen que la única salida es la quiebra.
¿Qué hacer en ese momento? Analizar si es posible dar continuidad a la empresa para poder seguir operando, y posteriormente conseguir el financiamiento requerido para su estabilidad y definir qué tan conveniente y efectiva es esta última opción.
Para tomar esta decisión es imprescindible contar con un equipo multidisciplinario que se haga cargo de cada caso, que incluya un grupo de abogados, ingenieros comerciales, y varios profesionales que realicen una negociación exitosa.
Los profesionales indican, que en este proceso es necesario considerar las siguientes alternativas:
Reestructuración de Pasivos: Reorganizar la estructura financiera de su empresa para soportar de forma sostenida la carga financiera. Esto, generará una estabilidad que favorezca el desarrollo de su plan de negocios de forma sostenible en el tiempo. Proporcionan la estructura de financiamiento acorde a los flujos futuros de las empresas.
Financiamiento: Desarrollar la implementación de la estructura financiera a la medida de su compañía, confiriendo a la empresa de un todo coherente entre la estructura económica y de financiación, para que los empresarios concentren sus esfuerzos en la gestión comercial y operacional.
Reorganización Empresarial y Reemprendimiento: Los profesionales trabajan bajo las normas establecidas por la Ley N°20.720 con el objetivo de reestructurar los pasivos de su compañía. Así mismo, logramos establecer una estructura de pago acorde al EBITDA, propiciando de este modo la estabilidad y continuidad de la empresa a lo largo del tiempo.
Una vez realizado este análisis, el equipo multidisciplinario entrega su diagnóstico y soluciones, así como los pasos a seguir por las empresas para la reestructuración.
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