La recién anunciada suspensión a nivel nacional de la prueba de Historia implica un duro revés no solo a toda la organización de la PSU, desde el Demre y el Cruch hasta el Ministerio de Educación, sino que para el propio gobierno, que ve como los anuncios de lento retorno a la normalidad efectuados por el Presidente Piñera siguen cayendo en oídos sordos y sin reflejar un estado de movilización que, si bien ha disminuido en el número de participantes, sigue estando extremadamente activo y combativo.
El anuncio se une a las movilizaciones que han afectado al proceso el lunes y hoy martes con incidentes en diversas sedes de rendición a lo largo del país. La planificación de la seguridad del lunes 6 fue un fallo total considerando que el gobierno tenía el tema anotado entre sus prioridades desde inicios del pasado mes de diciembre de 2019, aunque en este punto, aclaran fuentes de La Moneda, la mayor responsabilidad recae en el Demre y el Cruch.
Ambas entidades no eran de la idea de poner demasiada seguridad y muy evidente, ya que en su opinión daría la impresión de provocación y represión en potencia. «Lo sentían invasivo», señalan, aclarando también que «no es que (el Ministerio del) Interior no hiciera nada, pero no era fácil concordar con los rectores en este punto». Más aún considerando que el Demre, dueño del proceso, había indicado también que no habría personal de carabineros al interior de las sedes.
Por otra parte, y junto a este contexto, concordar una estrategia de seguridad preventiva que no afectara a los jóvenes que rendían las pruebas no era fácil. Disponer de «zorrillos» o lanza aguas no era lógico o práctico tomando en cuenta los efectos que su acciones podrían provocar en quienes rendían las pruebas; mientras que crear anillos externos en cada sede era imposible considerando la cantidad de locales a custodiar a lo largo del país (más de 700).
Independiente de esta dificultades, fue evidente el fracaso del gobierno a la hora de poder articular desde el inicio un operativo que asegurara la rendición de la PSU sin mayores sobresaltos, y solo para la jornada de este martes se hicieron evidentes mayores medidas de seguridad, con mayor despliegue de carabineros, aun cuando igualmente se desarrollaron numerosos incidentes a lo largo del país, que llevaron a la suspensión de las pruebas en varias sedes.
En ese sentido, el vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, manifestó que en la jornada del martes esperaba más tranquilidad, destacando que “vamos a reforzar también el acceso, la garantía -digamos- de que no se pueda impedir el acceso y de que no haya perturbaciones por parte de quienes se han movilizado en contra de que se pueda ejercer este derecho”, para lo cual confirmó la coordinación con el Mineduc y Carabineros, aunque haciendo hincapié “en que no vamos a, en ningún caso, tener una sobrerreacción en medidas de seguridad o de carácter policial, pero las conductas que hemos observado hoy (lunes) autorizan -a nuestro juicio- razonablemente que haya y necesitemos de un mayor control en legítima defensa del ejercicio de un derecho”.
En esa misma línea, la directora del Demre, Leonor Varas, añadió que están “tomando las medidas para reparar esta situación a las personas, que las y los postulantes que no pueden continuar rindiendo su PSU”, a quienes se les envió un correo masivo explicándoles que no podrán seguir rindiendo la prueba en esta parte del proceso, siendo el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas quien resolverá cómo ayudarlos a continuar esta etapa.
Sin embargo, la jornada igualmente recibió un duro golpe de gracia con la filtración de la prueba de Historia, que llevó a anunciar la suspensión a nivel nacional de la aplicación de este test, lo cual impactará en la fecha para la cual se esperaba reagendar la rendición de pruebas para quienes no pudieron efectuarlas o quedaron a medias, las sedes y qué medidas de seguridad se adoptarán para permitir su desarrollo normal.
Ministra silente
En medio de este panorama, al interior del Gobierno, el silencio de la ministra Marcela Cubillos sobre el tema ha resultado en extremo incómodo, más aun considerando que un tema como la PSU debiera ser de máxima prioridad para el Ministerio de Educación.
En los pasillos de La Moneda se señala que la propia autoridad del Mineduc indicó que no se ha referido a este tema tanto porque estima que es competencia del Demre y Cruch, como porque siente que su imagen polariza y, en la situación explosiva que se vive en torno a la PSU no sería una figura que llevara a bajar los ánimos.
«Ayer lunes se le concedió su posición, extraña pero comprensible, aunque igualmente debió ir a comparecer a La Moneda a explicar la situación», señalaron fuentes del gobierno, las que también aseguraron que, siendo un tema muy importante comunicacionalmente y por responsabilidad política del gobierno, se tenía certeza que este martes la ministra Cubillos enfrente los micrófonos de la prensa. De hecho, a las 18.00 horas se tiene previsto un punto de prensa con la autoridad en el propio Ministerio, para que dé cuenta del balance y los próximos pasos que se darán para enderezar este verdadero entuerto. El Demre y el Cruch, por su parte ya anunciaron su vocería para momentos previos, a las 16.30 horas en el propio Mineduc.
