Este sábado, el ministro del interior y el subsecretario de la misma cartera salieron a “consolar” y apoyar a Carabineros que en la tarde noche del viernes, se vio sobrepasado y abandonaron la posición ante un “enemigo poderoso, altamente “tecnologizado” y armado con hondas, molotov y escudos, logró tomar la iglesia institucional y cómo trofeo de guerra la saquearon e incendiaron. Los carabineros que estaban en el lugar –deducimos que casi sitiados como en La Concepción, como se escuchó en el relato que hizo uno de ellos, simplemente huyeron –se rindieron- y olvidaron todo lo que algún día les enseñaron –si es que les enseñaron algo- para enfrentar turbas. Este el fondo del problema, tenemos una policía que ha perdido el control de la calle, el respeto y la autoridad, relegándola una policía que no es respetada y temerosa de los piquetes que actúan en la lógica más básica de la guerra ¿se imaginan si estas turbas usan por ejemplo la técnica romana de la Tortuga?
Pero lo que sucede con Carabineros es el resultado de una profunda crisis que mezcla corrupción, incompetencia del mando y malas decisiones políticas de varios gobiernos y durante esta crisis los permanentes cuestionamientos al uso de implementos disuasivos que parecieran desconocer los propios policías.
Ahora bien, lo ocurrido en la iglesia de San Francisco de Borja no es nuevo, son decenas de testimonios de ciudadanos que se quejan de la pasividad e incluso permisividad de funcionarios policiales ante las turbas que han quemado hoteles, iglesias y supermercados, pareciera ser que observan como el caos se apodera de estos recintos y no actúa, por lo menos así reclaman vecinos del arrasado Hotel Principado que se ubica a pocas cuadras de la incendiada iglesia policial.
En este contexto, las autoridades políticas y jefes directos de Carabineros no realizan la más mínima autocrítica al desempeño policial y –erróneamente- culpa a la oposición.
“Ministro @gblumel, junto a subsecretario @GalliJF , intendente @FelipeGuevaraSt y general director de @Carabdechile , Mario Rozas, visitan iglesia San Francisco de Borja que anoche sufrió un ataque incendiario por parte de delincuentes”, tuiteó el Ministerio del interior que comanda Gonzalo Blumel.
En esta misma línea el subsecretario del interior, Juan Galli posteó: “Quemar y saquear la iglesia institucional de @Carabdechile y atacar el monumento a sus mártires es violencia pura. Necesitamos tener una sola voz en contra del vandalismo. Las acusaciones constitucionales por resguardar el orden público amparan esta violencia”.
Ahora bien, si Carabineros es sobrepasado por piquetes de muchachones, que le queda esperar al país a la hora que se requiera de la policía a la hora de por ejemplo defender la frontera, ¿también huirán al sentirse sobrepasados?