El Pentágono afirmó, a través de un comunicado poco después del ataque con misiles que acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani y a Abu Mahdi al Mohandes, vicepresidente de la milicia progubernamental mayoritariamente chií Multitud Popular, que buscaba «disuadir» futuros planes de Irán contra intereses norteamericanos en Oriente Medio. Sin embargo, el cálculo parece no haber sido acertado ya que, en lugar de disuadir, parece que ha provocado airadas reacciones.
Además, la embajada de Estados Unidos en Bagdad pidió este viernes a sus ciudadanos que abandonen «inmediatamente» Irak «en avión mientras sea posible» o «hacia otros países por vía terrestre».
A su vez, la oposición demócrata en Estados Unidos también ha expresado sus temores y fue la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, quien señala en un comunicado que «Estados Unidos -y el mundo- no pueden permitirse que las tensiones aumenten hasta límites irreversibles».
Ayatolá Jamenei aseguró venganza
Por su parte, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, aseguró que se vengaría la muerte del general Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, encargada de las misiones en el exterior.
Al igual que el presidente del país, Hassan Rohani: «No hay ninguna duda sobre el hecho de que la gran nación de Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos», dijo en un comunicado publicado por la página web del gobierno.
Pero también en Irak ha habido un rotundo rechazo a la operación estadounidense, ya que desde las milicias proiraníes y también desde el gobierno se han unido a las voces de crítica al ataque.
Un jefe de aquellas, Qais al Jazali, llamó a «todos los combatientes» a «estar preparados» ya que les espera «una inminente conquista y una gran victoria»; mientras el líder chií religioso en Irak, Moqtada Sadr anunció la reactivación de su milica antiestadounidense.
El primer ministro dimisionario de Irak, Adel Abdel Mahdi, condenó el ataque como un agravio a su soberanía, que se fue efectuado en el Aeropuerto Internacional de Bagdad.
En un comunicado aseguró que «llevar a cabo operaciones de ajuste de cuentas contra figuras de liderazgo iraquíes y de un país hermano en suelo iraquí constituye una violación flagrante de la soberanía iraquí y un ataque a la dignidad del país».
Peligro de «una guerra devastadora»
Asimismo, advirtió de que esta acción representa «una escalada peligrosa que enciende una guerra devastadora en Irak, en la región y en el mundo».
Abdelmahdi también denunció que el ataque contraviene las condiciones y el papel de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak, recordando que su cometido es entrenar a las tropas iraquíes y luchar contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), «bajo la supervisión y con la aprobación del Gobierno iraquí».
El primer ministro, que presentó su dimisión a finales de noviembre en el marco de la crisis que sacude Irak, ofreció además sus condolencias por la muerte de Al Mohandes y Soleimani, a los que calificó de «grandes símbolos de la victoria frente al EI».
Multitud Popular tuvo un papel destacado en la victoria sobre el grupo terrorista, pero Estados Unidos responsabiliza al grupo Kata’ib Hizbulá, que opera bajo el paraguas de esta milicia, del frecuente lanzamiento de proyectiles y cohetes contra intereses estadounidenses en suelo iraquí.
El líder del grupo chií libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, llamó en declaraciones a una televisión afín del Líbano a completar «el camino del comandante Soleimani» y a trabajar «día y noche para conseguir sus objetivos».
«Vengar a los asesinos de los muyahidines (combatientes) será la responsabilidad y el trabajo de todos en la Resistencia», afirmó Nasralá. «Si Dios quiere, los asesinos estadounidenses no serán capaces de conseguir ninguno de sus objetivos tras este gran crimen», agregó el líder de Hezbolá.
Alerta máxima en Israel y la condena rusa
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recortó el tiempo de su visita oficial a Gracia, donde se encontraba para la firma de un acuerdo para la construcción de un gasoducto, para volver a su país inmediatamente después del ataque estadounidense. El Ejército de Israel se encuentra en máxima alerta, según la radio militar.
Por su parte, Rusia condenó el ataque estadounidense y pronosticó un aumento de la tensión en Oriente Medio.
«El asesinato de Soleimani como resultado de un bombardeo en las afueras de Bagdad lo vemos como un paso aventurero que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región», informó la Cancillería en un comunicado. La nota oficial destaca que «Soleimani se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán». «Expresamos nuestras sinceras condolencias al pueblo iraní», añade.
A su vez, el jefe del comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov, aseguró que dicho asesinato parece una «venganza» por el asalto a la Embajada estadounidense en Bagdad y pronosticó nuevos enfrentamientos entre Estados Unidos y los radicales chiíes.
«Me gustaría equivocarme, ya que las guerras con fáciles de empezar, pero difíciles de acabar», dijo.