Durante la inauguración del Encuentro Nacional de la Empresa, Enade 2020, este miércoles de la mañana, el Presidente Sebastián Piñera se sinceró con el mundo empresarial y político al señalar que experimentó  «la soledad del poder» durante la jornada del 12 de noviembre en plena crisis social y en medio de los últimos hechos de violencia a lo largo del país durante la convocada huelga general.

En un relato en el que el Mandatario buscó ser emotivo -e, incluso. épico-, recordó que alcaldes y parlamentarios de diversas partes del país le solicitaron decretar urgente y nuevamente el estado de excepción constitucional, incluso estado de sitio, para controlar la situación. Previo a adoptar alguna decisión, el Presidente explicó que solicitó a los ministros y colaboradores que lo dejaran solo para reflexionar.

“En esos momentos estelares es cuando la Presidencia se siente y es una responsabilidad que pesa y es cuando se ejerce en solitario. Eso ocurrió la noche del martes 12 de noviembre (…) Experimenté lo que se llama ‘la soledad del poder’”, contó.

A continuación, destacó la importancia de la decisión que adoptaba en esos momentos, obviando la salida ‘represiva’: “Después de analizar las opciones, decidí que íbamos a seguir el camino de darle una nueva oportunidad al diálogo, a los acuerdos, sabíamos que esta opción no detendría inmediatamente la violencia. Pero teníamos la profunda convicción de que era la alternativa correcta, la mejor alternativa, para avanzar a una paz verdadera que tanto necesitaba nuestro país”.

Piñera rememoró además que esa misma noche le propuso al país tres acuerdos: Por la Paz, Por la Justicia Social y Por una Nueva Constitución, siendo esto último lo que dio inicio al proceso constituyente. El Presidente reconoció que “muchos no comprendieron ni compartieron esta decisión”.

Asimismo, explicó que descartó la “opción militar” -como la catalogó-,  ya que “sabíamos que esa opción cerraba todas las puertas al diálogo en curso que sosteníamos con la oposición para alcanzar un acuerdo con muchas fuerzas políticas que permitiera una salida pacífica a la crisis”.

Proyectando la evolución de los acontecimientos iniciados a mediados de octubre, sostuvo que “no sabemos cómo va a terminar lo que comenzó ese 18 de octubre. Va a depender de nuestras conductas», resaltando que se abren dos caminos para el país: «El primer camino es caer en la violencia, en el enfrentamiento, en el debilitamiento del Estado de Derecho y sucumbir a los cantos de sirena de la demagogia y populismo. El segundo, es escuchar y recoger con atención, con sensibilidad y responsabilidad de los ciudadanos. Y avanzar respetando el estado de derecho”.

Énfasis en el diálogo, transparencia  y DD.HH.

En su reflexión, el Presidente señaló que este segundo camino va de la mano con por promover la vía de los acuerdos para tener mejores pensiones, mejores ingresos para los trabajadores más vulnerables, mejor calidad y acceso a la salud y una reducción de los precios de los medicamentos, entre otras medidas de apoyo a la clase media y los sectores más vulnerables.

Es ese compromiso con el diálogo y acuerdos el que, en su opinión, requiere Chile para continuar avanzando en su misión de derrotar la pobreza, conquistar el desarrollo y construir una sociedad con mayor igualdad de oportunidades.

“Nuestro Gobierno está firmemente comprometido con impulsar el camino de los diálogos, los acuerdos y la responsabilidad, pero también nos permea la sensibilidad y el sentido de urgencia para atender a los requerimientos y legítimas demandas de la ciudadanía”, afirmó, destacando que “podemos pensar distinto y es bueno que así sea, pero al mismo tiempo tenemos que aprender a caminar y construir juntos”.

En su discurso, el Mandatario reiteró también el compromiso del Gobierno con resguardar y promover el orden público y con la defensa irrestricta de los Derechos Humanos, enfatizando además que en los próximos días enviará al Congreso un proyecto de ley que permitirá detectar y castigar con mayor eficacia los abusos, las conductas antimonopólicas, las colusiones, los carteles y los delitos económicos.

“Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir a todos los empresarios que, además de cumplir con la ley, cuiden a sus trabajadores y sus empleos, respeten los derechos de sus consumidores, protejan el medio ambiente y traten con justicia a las comunidades que los acogen, y que mantengan siempre ese espíritu innovador, emprendedor que les permite invertir, crear empleos, generar oportunidades y aportar al bienestar de todos los chilenos”, manifestó el Presidente.

En su intervención, el Mandatario destacó también la necesidad de continuar trabajando en soluciones a desafíos actuales, como la sequía, y a abordar grandes temas como el calentamiento global, el envejecimiento de la población, la modernización del Estado y la revolución tecnológica.

El Mandatario reiteró la misión de transformar a Chile durante esta década en un país desarrollado, sin pobreza, con mayor igualdad de oportunidades, con mayor movilidad social, con más respeto y con más dignidad.

Una constitución del siglo XXI

Por otro lado, Piñera también abordó el proceso constituyente, estableciendo “11 principios básicos” que debería incluir la Constitución Política.

Así, pasó a enumerar: “La Separación, independencia y transparencia de los poderes del Estado; el Valor de la vida y de la familia; la Igualdad de derecho entre hombres y mujeres; el Derecho a la salud, educación, seguridad social, vivienda y orden público; la Libertad de enseñanza y el derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos; el Derecho de propiedad y de libre emprendimiento“, relató el Presidente.

En tanto, en las diapositivas que se proyectaban al público y que acompañaron la exposición del Presidente de la República también se señalaron otros principios como Reconocimiento de los pueblos originarios; Responsabilidad fiscal y macroeconómica; y Autonomía e independencia de Contraloría, Ministerio Público, Tribunal Constitucional, Consejo de Defensa del Estado, Servicio Electoral y Banco Central.