«Se dan todas las razones para creer que esta decisión está motivada, no por una preocupación por un deporte limpio, sino que está motivada políticamente», denunció este lune el Presidente de Rusia Vladimir Putin en París.
Rusia, excluida por cuatro años de competiciones internacionales por un escándalo de dopaje, denunció este lunes una decisión «motivada políticamente» que «contradice la Carta Olímpica», mientras que deportistas decepcionados se preparan para continuar sus carreras bajo bandera neutra, señala un cable de AFP.
«No hay nada que reprochar al comité olímpico ruso, y si no hay nada que reprocharle a ese comité, el país debe participar en las competiciones bajo su bandera nacional», declaró Putin durante una rueda de prensa en París, donde recalcó que la decisión «contradice la Carta Olímpica».
«Todo castigo debe ser individual» y no «colectivo», insistió.
«Se dan todas las razones para creer que esta decisión está motivada no por una preocupación por un deporte limpio, sino que está motivada políticamente», subrayó Putin.
Por su parte, el primer ministro, Dmitri Medvedev, denunció una «histeria antirrusa que se ha vuelto crónica».
El jefe del Gobierno estimó que las instancias deportivas rusas debían apelar la decisión de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de excluir a Rusia de las grandes competiciones, Juegos Olímpicos 2020 de Tokio incluidos.
Para el presidente de la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA), Yuri Ganus, esta situación era previsible, y la posibilidad de una victoria en apelación es nula pues la culpabilidad rusa es evidente.
El ministro de Deportes, Pavel Kolobkov, ha reconocido también «problemas» de dopaje pero, al contrario, ha considerado que las posibilidades de Rusia en apelación eran «bastante buenas». Calificando las sanciones de la AMA de «políticas», destacó el «increíble trabajo» logrado en su opinión por las instituciones rusas en la lucha antidopaje.
El presidente del Comité Olímpico Ruso, Stanislav Pozniakov, declaró estar «decepcionado» por las sanciones «previsibles» pero «inadecuadas y excesivas» de la AMA, y llamó a las instancias internacionales a no hacer de los atletas rusos «limpios» los rehenes de la situación.
«Cambios serios»
Cinco años después del descubrimiento de un sistema de dopaje de Estado en Rusia, el país vuelve a recibir una sanción de cuatro años por haber sido sorprendido con las manos en la masa, según la AMA, manipulando bases de datos de controles.
«Quiero decir que esperamos del presidente (Vladimir Putin) que lleve a cabo cambios serios» en la lucha contra la trampa deportiva, repitió una vez más el presidente de la RUSADA.
Ganus había predicho estas sanciones, acusando a las autoridades rusas de haber falsificado los datos para proteger a los tramposos.
Rusia sin embargo se ha acostumbrado a denunciar un complot mediático occidental destinado a humillar al país y a eliminar la competencia.
Putin utilizó en los últimos años, con gran éxito, la organización de grandes competiciones como fuente de prestigio internacional: Mundial de atletismo (2013), Juegos Olímpicos de invierno en Sochi (2014), Mundiales de natación (2015) y de hockey sobre hielo (2016).
El Mundial de fútbol en 2018 también fue un éxito: más de 3 millones de turistas extranjeros visitaron Rusia durante la competición y 17 jefes de Estado extranjeros asistieron a la ceremonia inaugural.
Ningún boicot
Por parte de los deportistas y de sus instancias, las reacciones van desde la consternación hasta el enfado. Ellos consideran que las sanciones de este lunes castigan a los competidores limpios y no a los culpables.
«Es una decisión muy triste, esperamos que sea revisada» en apelación, dijo a la agencia Tass el campeón olímpico de judo en 2016 Jasan Jalmurzayev.
«No tengo palabras, todo esto es político», apuntó por su parte Aslanbek Jushtov, campeón olímpico de lucha en 2008.
La idea de continuar la competición bajo bandera neutra, sin embargo, no desagradaba del todo a las federaciones.
«Hay que luchar en el Tribunal Arbitral del Deporte, por supuesto», opinaba el presidente de la Federación de Gimnasia, Vassili Titov, pero sea cual sea el final de estos procesos, hay que «ir (a los JO), participar y en ningún caso boicotear».
Para el presidente de la Federación de Natación, Vladimir Salnikov, citado por la agencia Ria Novosti, «por supuesto que preferimos que nuestros deportistas participen bajo bandera rusa y escuchen el himno de su país». «Pero las circunstancias pueden ser otras (…) nadie tiene el derecho de privar a los deportistas inocentes de sus sueños», añadió.
El presidente de la Federación de Balonmano, Sergey Shishkarev, afirmó de su lado que los equipos rusos participarían en la competición aunque la bandera rusa no ondee en los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio.