Cuando Zhenya encontró una foto de una marta cibelina salvaje en internet, le encantó tanto que decidió aprender más sobre ella. Resulta que este animal tiene uno de los pelajes más caros del mundo. La industria peletera lo encuentra superior al de otros animales, debido a su tacto sedoso y su variedad de colores, que van del beige al negro.
En Rusia, la demanda de piel de marta cibelina no para de crecer, ya que se usa para hacer desde mantas hasta ropa interior. Según los informes, hay 70 granjas en el país que crían y matan a las martas cibelinas y otros animales por su piel. Y ese es el destino del adorable animal que Zhenya vió en internet, morir y convertirse en la comodidad de otra persona.
Ahora, ambos viven juntos y disfrutan de la vida. Sin embargo, Zhenya ha tenido que trabajar duro para conseguir esto. “Umora tiene una personalidad muy difícil. Vivir en la granja le pasó factura, es muy sensible, a veces hasta un poco histérica. También es traviesa y le gusta robar cosas. Es muy activa e inteligente.”
A pesar de todo, Zhenya no recomienda tener una marta cibelina como mascota. “Hay que pasar por muchas cosas antes de poder empezar a vivir con ella confortablemente. Requiere mucho tiempo y paciencia. Se puede tardar incluso un par de años en empezar a disfrutar de la vida con ella.”
En estado salvaje, las martas cibelinas habitan bosques densos con cedros, pinos, piceas, abedules y alerces, tanto en llanura como en terreno montañoso. Sus territorios varían entre los 4 y los 30 kms cuadrados, dependiendo del terreno y la disponibilidad de comida. Sin embargo, cuando los recursos son escasos, pueden moverse a distancias considerables en busca de comida, entre 6 y 12 kms al día.
Las martas cibelinas viven en madrigueras cerca de las orillas de los ríos, y en los rincones más espesos del bosque. Son buenos escaladores y cazan sobre todo durante el crepúsculo, pero se vuelven más activos durante el día en época de reproducción.