El ex tri-ministro de Economía, minería y energía durante el gobierno de Lagos, y ex presidente del Banco Central, José de Gregorio, consideró “razonable” el paquete de reactivación económica lanzado por el gobierno con el fin de combatir las negativas consecuencias de la crisis social que ya se extendido por más un mes y medio.
“Me parece razonable, es un paquete de reactivación para ayudar como estímulo a lo que pasa, es complementario al paquete social que es una cosa que va tener que ir con mucha más discusión legislativa, y acuerdo y avanzar, pero dada la situación actual ciertamente es un aporte”, indicó en conversación con Infogate al término del seminario Integral Speaks, que analizó desde distintas miradas la crisis que vive actualmente el país, y que también contó con la participación del director de Criteria Research, Cristián Valdivieso.
Asimismo, al referirse a las cifras del IPOM dadas a conocer hoy, señaló que eran derechamente malas, precisando que “además, una cosa es lo que ellos dicen y otra es que hay riesgos de que la situación pueda ser peor: estamos en un ambiente muy incierto y, por lo tanto, de muy poco crecimiento para el próximo año y no es descartable que las cosas puedan ser peores”.
Añadió que “lo que llama la atención es que es difícil pensar en escenarios mejores a pesar de que muchas cosas se arreglen, porque el daño que se le ha causado a la economía, la incertidumbre que ha generado sin lugar a dudas que genera problemas por lo menos para el próximo año bastante severos; y las medidas que se están impulsando ahora se van a demorar hacia el segundo semestre y también lo que pueda pasar en el ámbito monetario”.
En tanto, durante su exposición en el seminario, De Gregorio resaltó que para 2020 hay altas posibilidades que la economía nacional pueda caer en recesión, pese a los paquetes de medidas de reactivación.
Por otra parte, relató que afortunadamente en estos momentos “en Chile no necesitamos apretar al Fisco y si lo podemos expandir, y eso es porque nuestro país ha sido por largos años muy responsable y, quizás, hasta demasiado amarrete”.
Precisó en este punto que ello marca diferencia con otras movilizaciones sociales más o menos contemporáneas de la nuestra como Ecuador y Pakistán. donde las crisis son de origen fiscal, lo que deja un escaso margen de maniobra sin afectar a largo plazo sus economías.
Sin embargo, acotó que la disciplina fiscal chilena es independiente a la existencia de los gastos o procesos ineficientes que existen en el sistema.
“Si nos comparamos con la OECD, nuestra estructura tributaria está en el promedio, y los impuestos a las empresas están igualmente en el promedio, probablemente con un punto de diferencia. Pero el impuesto a las personas en la OECD está en un 8% del PIB, mientras que en Chile es de apenas 2%”, explicó.
Asimismo, al detallar el tema impositivo, el ex ministro del gobierno de Lagos dijo que “tenemos un límite exento muy alto. La tasa máxima es del 35% y la pagan solo 80.000 personas, algo así como el 0.8% y eso es no creíble: claramente son más personas las que perciben sobre 6 millones brutos”.
Por ello, acota que “el problema de Chile no es la tasa en sí, sino la base”, haciendo hincapié en que debiera existir justicia entre iguales para que los que ganan lo mismo, paguen lo mismo en impuestos”.
En este marco, manifestó que la actual crisis social es producto de la desconexión de las élites (de todo el espectro) de la realidad del país, la desigualdad existente aún cuando el país ha hecho avances socioeconómicos extraordinarios durante las últimas décadas (“estamos en un país que ha tenido un éxito como nunca en su historia, pero hay mucho por hacer aún”), y la incapacidad de usar adecuadamente la fuerza pública (herencia del trauma surgido durante el gobierno militar).