No iba a asistir, tanto por temas de agenda propia en la región del Biobío, disponibilidad de cambiar pasajes como, y era lo principal, su molestia para con sus aliados de Chile Vamos estaba en el máximo nivel, en especial con el presidente de Renovación Nacional.
Pero Jacqueline van Rysselberghe llegó casi al inicio de la ceremonia de promulgación de la reforma constitucional que habilita el plebiscito constitucional. Vestida de rosado, resaltando claramente en medio de los grises, negros, azules y blancos predominantes en la vestimenta de los invitados, acaparando las miradas al ingresar por el centro del recinto habilitado en el Patio de los Cañones.
Cuando comenzó a saludar a los presentes, el morbo se centró en el trío que conformaban el Ministro del Interior Gonzalo Blumel, y sus pares de RN, Mario Debsordes, y de Evópoli, Hernán Larraín Matte, pero la presidenta nacional de la UDI pasó de largo para conversar y saludar efusivamente a algunos de sus correligionarios, entre ellos Raúl Torrealba. Allí se sentó junto a Larraín Matte, a quien saludó rápida y glacialmente.
Toda la escena no hizo más que reflejar la guerra abierta que se ha vivido la última semana al interior de Chile Vamos, coronada por la decisión del gremialismo de congelar su participación en la alianza oficialista, ello luego de que algunos diputados de RN y Evópoli votaran a favor de la cuota de género en el marco del proceso constituyente.
Como guinda de la torta, Van Rysselberghe criticó abiertamente al ministro Blumel acusándolo de no ejercer su liderazgo frente a este tema como jefe del área política de La Moneda.
Al término de la ceremonia, la senadora por Biobío rememoró que «al ministro del Interior no lo vi, para serte bien sincera. A Mario Desbordes lo saludé, pero no le di un beso, porque todavía estoy un poco sentida, porque creo que el trato que me han dado como mujer no me lo merezco», subrayando que «hubo una serie de comentarios que a mí me parecen bastante machistas, por no decir ‘misogénicos’. Yo soy presidenta de un partido, soy senadora de la República, he ganado cada uno de mis espacios sin ningún tipo de ventaja y creo que merezco y por lo mismo exijo respeto».
Más aún, agregó que «acá nosotros tenemos una crítica política por como se ha manejado Chile Vamos, no es una pataleta, porque a eso no se lo dirían a un varón”, añadiendo que “tampoco le dirían, ‘hemos hecho todas las cosas que ella ha querido’, no son ningún tipo de favor ni concesiones, son exigencias de un partido político grande que está cohesionado y unido».
«Nosotros vamos a trabajar por el No y vamos a seguir siendo parte de Chile Vamos. Lo que no queremos es tener que llevar un notario a cada reunión de nuestro sector para que después se cumpla la palabra empeñada», señaló.
Por ello, precisó que “nuestra idea es poder seguir en Chile Vamos, poder seguir ayudando y avanzar, pero avanzar con ciertas garantías y condiciones; no puede ser que a la primera de cambio se empiecen a abrazar con la extrema izquierda antes de conversar con quienes somos socios”.
En medio de las preguntas por la tormenta en el oficialismo, Van Rysselberghe confirmó que, previo a la ceremonia de promulgación, se reunió con el Presidente Sebastián Piñera, con quien ya había abordado antes el tema por teléfono.
«Nuestro problema no es con el Presidente, todo lo contrario, nosotros creemos que hay que ayudar al Presidente para que pueda salir adelante», indicó la senadora.
Pero caso distinto es su molestia con el ministro Blumel, y al ser consultada por sus declaraciones acerca de él, aseguró que “esa es una pregunta que debe contestar él; yo dije dos cosas: que no ejerció su liderazgo, y no lo ejerció porque no quiso ejercerlo o porque no lo tiene: esa respuesta no la tengo yo”.
Más aún, señaló que esperaba “que actúe como ministro del Interior, como jefe político del gobierno”.
¿Retomar la cordura?
En tanto, el diputado Desbordes ironizó comentando: «Súper machista; imagínese el machista peleando por que haya paridad de género en el nuevo órgano constituyente, si eso es ser machista la verdad, la verdad es que no entiendo nada».
Pero el timonel de RN defendió la postura de su partido, indicando que «Renovación Nacional ha cumplido todos los acuerdos, la UDI ha generado crisis completamente artificial que tiene más que ver con los problemas que va teniendo la UDI por su ala derecha y eso lo lamento. Yo espero que retorne la cordura y le hago un llamado a eso a que retorne la cordura, a que no dañemos Chile Vamos, es el peor momento de tensionar Chile Vamos».
Por su parte, el ministro del Interior Gonzalo Blumel señaló que «este proceso constituyente tiene que ir de la mano con ir recuperando mayores grados de amistad cívica, tolerancia, respeto. En caso de nuestra coalición de ir recuperando la unidad, Chile Vamos ha sido una coalición exitosa cuando ha actuado sobre la base de la unidad, respetando su diversidad».
Añadió en ese sentido que «vamos a hacer todos los esfuerzos por ir superando esta dificultad y avanzar en el descongelamiento de las relaciones”, precisando que “este momento podría ser una buena oportunidad para recuperar ese marco de acción unitaria que tenía Chile Vamos, yo creo que aquí tenemos un desafío importante para el 2020».
En tanto el timonel de Evópoli, Hernán Larraín Matte, declaró que «yo sí tuve la oportunidad de saludar a la presidenta de la UDI, pero hay una voluntad, así lo expresa Evópoli, de salir cuanto antes de ese impasse, la unidad del sector es fundamental, la gobernabilidad es clave», esperando que esperan que como bloque puedan volver a trabajar «cuanto antes».
Finalmente, el líder del PRI, Rodrigo Caramori, destacó la presencia de la senadora al acto en La Moneda, pero precisó que «ella misma desde que asumió la Presidencia de la UDI en ninguna oportunidad participó de los comités de coordinación que teníamos en Santiago semana a semana. Se le propuso también que los encuentros pudieran ser los miércoles en el Congreso, de manera que tuviera la facilidad de esta ahí (…) tampoco aceptó».