Dos pilotos venezolanos perdieron la vida, luego de que se estrellara el avión caza Sukhoi 30 MK2 a los pocos minutos de haber despegado.
Según parte emitido por el Grupo Aéreo número 11 adscrito a la Zona de Defensa Integral 35, las víctimas del siniestro fueron el general de brigada Virgilio Márquez Morillo, comandante de la base Aérea Manuel Ríos y el capitán Nesmar Salazar, ambos oficiales formaban parte de la Fuerza Aérea Nacional Bolivariana, quienes pilotaban la aeronave que partió desde la Base Aereoespacial Capitán Manuel Ríos, ubicada en El Sombrero, estado Guárico, con destino a la Barcelona, estado Anzoátegui, donde se encuentra el personal ruso encargado del mantenimiento de los cazas.
A los pocos minutos de haber despegado, la aeronave giró bruscamente a la derecha, lo que obligó a los tripulantes a activar la maniobra de eyección a baja altura, lo que terminó ocasionando la muerte de la tripulación.
Como consecuencia del siniestro, se activó la Junta Investigadora de Accidentes quienes iniciarán las pesquisas para esclarecer las causas que provocaron el siniestro.
Remigio Ceballos, comandante Estratégico Operacional (Ceofanb) lamentó el hecho y envió sus condolencias a los familiares de los pilotos.
“Desde el Ceofanb expresamos las más sentidas palabras de condolencias a los familiares y amigos del GB Virgilio Raúl Márquez Morillo y el Cap. Nesmar José Salazar Nuñez, plazas del Grupo Aéreo de Caza N°11 quienes fallecieron trágicamente en la ejecución de maniobras aéreas”, escribió Ceballos en su cuenta en Twitter.
Progresivo deterioro
El Sukhoi Su-30MK2 conforma la espina dorsal de la Fuerza Aérea Bolivariana de Venezuela. 24 fueron adquiridos en julio de 2006, en un contrato con la empresa estatal rusa Rosoboronexport por US$ 1.600 millones de la época que consideró los aviones y un paquete que incluyó armamento, repuestos, motores, asistencia técnica, instrucción de personal e instalación de un centro de mantenimiento en el país. Los aviones empezaron a recibirse en noviembre del mismo año.
Luego de la llegada al poder de Nicolás Maduro, la mantención de los aviones comenzó a deteriorarse, bajando progresivamente las horas de vuelo de los aparatos. En 2015 y 2018 se perdieron dos aviones en accidentes, a los que se suma el actual aparato.
Diversas fuentes no oficiales han señalado que el overhaul y upgrade programado para el sistema SU-30MK2 tras 1.500 horas de vuelo de cada aeronave y cuya realización estaba prevista para inicios de 2017 fue suspendido indefinidamente al no asignarse los recursos correspondientes por parte del gobierno, lo cual ha acentuado la baja disponibilidad operativa de estos aviones.