El Banco Central dio a conocer este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPoM), el cual no es muy favorable, puesto que la entidad emisora recortó la estimación de crecimiento de la economía nacional al rango que va desde 2,25% y 2,27% en 2019, bajando a su vez la proyección para la inversión.
El IPoM destaca que se han incrementado los riesgos para la oportuna convergencia de la inflación a 3%, respondiendo en parte importante a un deterioro del escenario externo, donde las tensiones comerciales han aumentado la incertidumbre global, el crecimiento se ha desacelerado en distintos países y los volúmenes de comercio se han estancado.
También señala que la persistencia y creciente complejidad de los conflictos y el predominio de un mayor pesimismo en los mercados hacen prever que el impulso externo que recibirá Chile en lo que resta del año y buena parte del 2020 será bastante inferior al considerado en el IPoM de junio pasado.
El informe también indica que en el segundo trimestre la actividad y la demanda interna crecieron por debajo de lo esperado.
“Si bien parte de ello se debió a factores puntuales en algunos sectores, destaca el menor avance del consumo, el menor dinamismo del empleo asalariado privado y expectativas de consumidores y empresas que han retrocedido respecto de comienzos de año”, menciona el documento.
En ese sentido, el informe sostiene que “todo esto ocurre en un contexto en que la inflación total y subyacente sigue en niveles reducidos, en particular en su componente más ligado a la brecha de actividad y las remuneraciones. Tomando en cuenta todos estos antecedentes, en su reunión de septiembre el Consejo decidió reducir la TPM en 50 puntos base, ubicándola en 2%, e indicando que se podría requerir una ampliación del estímulo monetario, lo que sería evaluado en las próximas reuniones a la luz de la evolución del escenario macroeconómico”.
“En el escenario base, en el período 2019-2021, el crecimiento acumulado de la actividad será menor que el proyectado en junio. En el 2019 el PIB aumentará entre 2,25% y 2,75% (2,75% a 3,5% en junio); en el 2020 lo hará entre 2,75% y 3,75% (3% a 4% en junio); y en el 2021 se mantiene entre 3% y 4%. Esto considera mayores tasas de crecimiento anual en el segundo semestre del 2019 que, sin embargo, no serán capaces de compensar las bajas cifras de la primera mitad del año”, expone.
En ese sentido, se indica que “ello, debido a que parte de los factores negativos del segundo trimestre no se revertirán totalmente y a que el menor dinamismo del consumo tendrá algo de persistencia. En el ámbito fiscal, se asume que en el 2019 la economía recibirá un impulso coherente con las metas estructurales de política declaradas por la autoridad. A esto se agrega el efecto de las medidas fiscales recientes, definidas dentro de dichos márgenes”.