Menos frutas, menos arroz y precios más altos. Ese es el panorama que espera a los chilenos en los próximos meses debido a la aguda escasez de lluvias que afecta desde el norte chico hasta la Región del Biobío como consecuencia del cambio climático.

Así lo vaticinan desde la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), respaldada por las proyecciones de la Dirección de Meteorología y la Dirección de Aguas, consigna hoy la Revista del Campo de El Mercurio, que recogió las declaraciones del presidente del gremio frutero, Jorge Valenzuela: «En la fruta, eventualmente, se podría ver que tengamos un menor tamaño o una menor producción, porque la sequía abarca más regiones», mientras que Máximo Correa, de las Juntas de Vigilancia (de agua) del Maule cree que la más golpeada será la producción de arroz, que requiere grandes cantidades de agua de riego.

Pero los niveles de agua de los embalses se encuentran fuertemente disminuidos, según el reporte de la DGA al 31 de julio pasado, que arroja que los 17 embalses desde Coquimbo al Biobío se encuentran bajo su capacidad de llenado. El peor es lago Peñuelas, en la Región de Valparaíso, que tiene apenas 2% de su capacidad de agua y le sigue Lago Laja con sólo 20% de llenado y luego Laguna del Maule, con 27%. El Yeso, que es la gran reserva de agua de Santiago, su llenado está a la mitad.

La situación ya es crítica en Coquimbo y Valparaíso por lo que la autoridad decretó emergencia agrícola ante el derrumbe de las lluvias. En Illapel, por ejemplo, en 2017 llovió 127 milímetros (127 litros por metro cuadrado de superficie), el año pasado bajó a 87 mm. y este 2019 han caído sólo 24. En la Región de OHiggins se convocó a la Mesa del Agua para tomar medidas, pero los expertos advierten que ninguna de ellas tendrá efectos inmediatos, por lo que en los próximos meses habrá menos frutas disponibles en las mesas familiares, y será más caras, lo que generará presiones inflacionarias.