El Presidente Sebastián Piñera está buscando la forma de recuperar la agenda perdida por el proyecto de 40 horas que impuso la diputada Camila Vallejo y lo está haciendo a través de volver con la “campara del terror”, ya que espera que la iniciativa que respalda la oposición no sea aprobada porque insiste en que se perderían entre 250 y 300 mil empleos.
Así lo expone en una entrevista con La Tercera, en donde vuelve a arremeter con sus críticas a la iniciativa parlamentaria que provocó que el Gobierno tuviera que reaccionar ante la poca adherencia en las encuestas al proyecto que salió desde La Moneda y que busca más la flexibilidad que la rebaja horaria. Incluso, posteriormente anunció que se enviaría una indicación para bajar la hora laboral a 41.
“Quiero dejar bien claro que como Presidente estoy preocupado de la productividad, del crecimiento económico y de la inversión, pero también de la calidad de vida de mis compatriotas, de que puedan tener tiempo. A eso apuntó nuestro proyecto de reforma de la jornada, con flexibilidad y con gradualidad”, precisó.
El mandatario insiste en la defensa de su proyecto que contempla una reducción de la jornada con flexibilidad y con gradualidad, indicando que “hablábamos de reducir la jornada de 195 a 180 horas mensuales, que es equivalente a reducir la jornada de 45 a 41 a la semana, y siempre dijimos que íbamos a hacerlo con flexibilidad, para que el aumento de la productividad permita que la menor jornada no perjudique ni los empleos ni los salarios, y con gradualidad, para permitir que todo el mundo se adapte”.
“Eso es lo que diferencia a nuestro proyecto que reduce la jornada sin afectar los empleos ni los salarios. Tal como se presentó, el proyecto del PC significaría una pérdida de entre 250 mil a 300 mil empleos”, reiteró.
Incluso golpea la mesa al referirse a que el PC y la diputada Vallejo pusieron la música en torno a esta discusión, puesto que señala que “a mí lo que me importa no es quién pone o no la música, sino que Chile avance en la dirección correcta. La música la pusieron los votantes en 2017 al escoger el gobierno y la partitura está en el programa”.
E insiste en denostar la iniciativa parlamentaria, precisando que “el proyecto del PC es malo porque no corrige un problema gravísimo en nuestra legislación, que es su extrema rigidez, y porque no permite ninguna capacidad de gradualidad de adaptación. Ese proyecto, que espero que no se apruebe, destruirá entre 200 mil y 350 mil empleos”.
Respecto a lo planteado por varios técnicos transversales que también han advertido problemas con el proyecto del Gobierno, Piñera sostiene que “por eso que hemos planteado, porque somos serios y responsables, que este ajuste se produzca gradualmente en un plazo de ocho años”.
“La sociedad puede absorber un punto y medio de mayor costo laboral por año durante ese plazo, pero para ello es clave que la economía chilena crezca. Si lo hace al 4%, es muy viable que la adaptación se haga sin costo. En el gobierno anterior el país se adecuó a un crecimiento promedio de 1,8% y Chile necesita, puede y va a crecer mucho más que eso. Por ello, uno de los compromisos es duplicar la capacidad de crecimiento de nuestro país”, expone.