Mientras en Chile, el ministro de Hacienda pide rezar para que el Altísimo intervenga en la Guerra Comercial, las exportaciones totales de China volvieron a aumentar levemente en julio a pesar del conflicto comercial con Estados Unidos, pero las nuevas sanciones anunciadas por Washington deberían repercutir negativamente en el próximo informe.
Las ventas totales de productos chinos en el extranjero aumentaron en julio un 3,3% respecto al año pasado, lo que representa una mejora en comparación con la bajada del 1,3%, en junio.
Las importaciones volvieron a disminuir, tras una caída del 7,3% el mes pasado.
Estos datos resultan mejores de lo que preveían los analistas, que apostaban por un nuevo retroceso en las exportaciones, en torno al 1% según el pronóstico de la agencia Bloomberg, y una caída aún más importante en las importaciones, del 8,8%.
Sin embargo, no resultan esplendorosas las perspectivas de la balanza comercial del gigante asiático a mediano y largo plazo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que a partir del 1 de septiembre aplicará un arancel suplementario del 10% sobre la casi totalidad de aquellos productos chinos que aún no se ven afectados por las medidas proteccionistas del dirigente republicano.
El gobierno chino reaccionó el lunes dejando caer el valor del yuan, una medida que quizás le sirvió para favorecer las exportaciones pero que comportó que la Reserva Federal (Fed) lo acusara de «manipular la moneda».
«Las exportaciones aún pueden verse amenazadas, pese al alivio que supuso la caída del yuan, por las nuevas tasas aduaneras estadounidenses y la inestabilidad de la demanda extranjera», asegura Julian Evans-Pritchard, del gabinete Capital Economics.
Importaciones europeas compensan
Las exportaciones chinas podrían beneficiarse en agosto de un adelanto de las compras estadounidenses antes del probable aumento de los precios con la introducción de los nueves aranceles, como ya sucedió con las anteriores tasas aduaneras, recuerda este experto.
Pero este efecto podría tener un impacto menor esta vez, dado que la capacidad de almacenamiento de los puertos estadounidenses no es infinita.
El excedente comercial chino se mantuvo estable en julio, en 45.050 millones de dólares, ligeramente superior a los 44.230 millones del mes pasado.
Respecto a Estados Unidos, el superávit comercial chino se redujo en julio y se situó en 27.970 millones de dólares, mientras que en junio fue de 29.900 millones.
Las exportaciones chinas al mercado estadounidense se redujeron en julio un 6,46% respecto al año pasado y las importaciones bajaron un 19,09%. Unas cifras mejores que las de junio, en las que cayeron un 7,75% y un 31,44%, respectivamente.
En cambio, las exportaciones de la segunda economía mundial hacia la Unión Europea (UE) y el sudeste asiático aumentaron en julio un 15% y 6,5%, respectivamente.
Estos datos confirman el impacto de las nuevas medidas proteccionistas anunciadas en mayo por Trump, que aumentó del 10% al 25% las tasas aduaneras sobre importaciones chinas valoradas en 200 mil millones de dólares. Hasta entonces los aranceles del 25% afectaban intercambios cuyo monto era de 50 mil millones.
Pekín estableció aranceles adicionales sobre importaciones estadounidenses valoradas en 110 mil millones de dólares.
El gigante asiático anunció otras medidas de presión, no necesariamente en forma de aranceles, tras la nueva batería de medidas proteccionistas de Washington y la escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.