A un año de los episodios ocurridos en las comunas de Quintero y Puchuncaví, el Laboratorio Barnafi Krause (BKLAB) realizará un plan piloto en conjunto con las comunidades educativas de los colegios Alonso de Quintero, Colegio Don Orione y Colegio Inglés, para conocer el estatus real de intoxicación de los escolares. La medición, que contará con el apoyo de Laboval, contempla analizar las muestras de 60 estudiantes de entre 7 y 11 años de edad, para cuantificar la presencia de metales pesados como arsénico, plomo y mercurio, en sus organismos.

“Están dañando a nuestros niños y jóvenes de forma silenciosa. Llevamos un año de contaminación y cada semana se repiten los eventos. El lento actuar de los actores políticos y empresariales, ha generado un sentimiento de rabia, desesperanza y desconfianza en nuestra población. A través de esta alianza esperamos transmitir a las autoridades las reales necesidades de nuestra comunidad, para así poder tener un ambiente libre de contaminación”, dijo Aquiles Mella, director del Colegio Alonso de Quintero.

La catástrofe ambiental aumentó considerablemente la necesidad de contar con equipamiento que permita una eficaz detección de agentes contaminantes en quienes están más expuestos a estos. Por este motivo, BKLAB puso a disposición de la comunicad escolar la tecnología ICP-MASA, un instrumento único en Chile y América Latina para uso clínico, el cual es capaz de cuantificar la presencia de hasta 40 químicos, entre ellos 23 metales pesados, en sólo 3 minutos.

«Lamentablemente, hasta el día de hoy persiste la duda sobre qué ocurrió realmente en Quintero. La exposición a metales pesados provoca intoxicaciones y con este instrumento, se podrá medir y encontrar la cantidad de sustancias tóxicas presentes en los organismos, para que posteriormente un médico pueda entregar un diagnóstico certero y conocer qué producen los metales pesados en el cuerpo”, explicó Livio Barnafi, químico farmacéutico y gerente comercial de BKLAB.