El famoso eslogan de “EL SUEÑO DE LA CASA PROPIA” parece estar destinado a ser solo eso, “UN SUEÑO”, puesto que la Cámara Chilena de la Construcción dio a conocer el Índice de Acceso a la Vivienda, el cual muestra que adquirir una propiedad en Chile es “inalcanzable”.
Así lo mostró Patricio Donoso, presidente de la CCHC, durante un conversatorio sobre el Acceso a la Vivienda, donde se discutió en torno a los factores que inciden en la crisis de acceso a la casa propia y las posibles soluciones.
El gerente de Estudios de la Cámara, Javier Hurtado, presentó el polémico índice (PIR por su sigla en inglés), el cual es un indicador internacional que mide la relación entre el precio promedio de las viviendas y el ingreso promedio de los hogares.
De esta forma, el indicador permite estimar la cantidad de años que necesita un hogar de ingreso promedio para financiar totalmente una vivienda de precio promedio.
“Se trata de un indicador que permite entender la situación actual del acceso a la vivienda, y las cifras indican que en Chile nos encontramos en niveles críticos, debido a la implementación de normativas de contención urbana y restricciones al crecimiento urbano que influyen directamente en el alza del precio de las viviendas”, aseguró.
Resultados locales
Respecto a los resultados obtenidos, en Chile el PIR promedio es de 7,6 (una familia debe destinar íntegramente su salario por 7,6 años para el pago de una vivienda), equivalente a un crédito hipotecario de más de 45 años, tomando en cuenta que el dividendo no debería sobrepasar el 25% del ingreso familiar mensual, considerado severamente no alcanzable.
Dicha cifra se encuentra por sobre los resultados de países como Nueva Zelanda, Australia y Reino Unido.
Por su parte, Santiago tiene un PIR promedio de 7,4; en línea con grandes ciudades como de países desarrollados como Londres y Toronto.
Sin embargo, no se trata de una tendencia exclusiva para Santiago, ya que ciudades como Concepción y La Serena también presentan un PIR sobre 7, mientras que en Temuco es de 8,8, severamente no alcanzable.
Según planteó Hurtado, “el alza se ha ido intensificando con el tiempo, desde 2010, luego de terremoto, se ha registrado un incremento sostenido en el precio de la vivienda, que presentó un peak en 2015, cuando se comenzó a implementar IVA a la vivienda, lo que ha significado también un desacople entre el precio de la vivienda de las dinámicas del resto de la economía, ya que entre 2011 y 2019 los precios producto inflación crecieron 37,2%, la vivienda aumentó 67,8%. y el ingreso solo 24,7%”.
Por otra parte, el aumento en el congelamiento en los permisos de edificación, ha generado un alza del precio de los suelos destinados a la edificación. En efecto, se observa una correlación de 0,9 entre la cantidad de hectáreas postergadas en el Gran Santiago y el precio del suelo.
Aumento de allegados y arrendatarios
El estudio hecho por la CCHC también arrojó otras cifras como que esta realidad ha impulsado a muchas familias a optar por un arriendo, y actualmente el porcentaje de propietarios ha caído a niveles menores que los observados en la década de los ‘80 y han aumentado los inversionistas.
Entre los años 2015 y 2017 aumentaron en 13% los requerimientos habitacionales en el país y creció un 35% las familias que se encuentran viviendo de allegadas y, solo en 2017, más de 40 mil familias vivían en campamentos a lo largo del país.
La presentación completa acá: INDICE_DE_ACCESO_A_LA_VIVIENDA_-_28_agosto_2019