En la tercera semana de noviembre, Chile será sede de la Cumbre del Asia Pacífico. La alianza APEC reúne a 21 economías ribereñas del océano que se está transformando en el epicentro de la economía mundial. En APEC participan los EEUU y también Rusia, China y Japón, para mencionar a las potencias. Al lado de ellos otras economías como Australia, Corea del Sur, Singapur y nosotros.
La alianza APEC es expresiva de los cuidados y del pragmatismo en materia diplomática. En APEC participa Taiwán, que es considerada una provincia suya por Beijing. ¿Solución? Para evitar el reconocimiento de Taiwán como Estado, se aborda APEC como una reunión de economías y no de países. Eso vale también para la denominación de la Cumbre, no se trataría de una reunión de jefes de Estado, sino de “lideres”.
El APEC agrupa a los países que controlan mas del 50% del comercio mundial. Salvo los europeos, todos las otras potencias participan de este mecanismo. Pero sería un error considerarlo solo un mecanismo económico, y menos uno exclusivamente comercial. Mas aún en los tiempos que vivimos. Las diferencias y conflictos entre las potencias se reflejan en el APEC y eso provoca que una reunión de la estatura de la próxima reunión a efectuarse en Chile, no esté exenta de desafíos y problemas.
La competencia global: China vs EEUU
Para nadie es un misterio que desde hace algún tiempo se ha instalado una fuerte tensión entre las dos principales super potencias económicas del siglo XXI. Tampoco es un misterio que desde que asumió Donald Trump el conflicto ha escalado. Este conflicto ha llegado al APEC, en la pasada cumbre de Nueva Guinea las diferencias entre ambos colosos fueron tales que impidieron llegar a una declaración final. Por primera vez en sus treinta años de existencia, APEC no logro el consenso y la principal discrepancia radico en las normas del comercio internacional. Por cierto, el Presidente Trump no asistió.
A la fecha el presidente estadounidense no ha confirmado su presencia en la Cumbre en Chile, en cambio los presidente chino y ruso si lo han hecho. Con lo anterior podrían crearse condiciones para que se perfile una Cumbre no digamos anti Trump, pero si “a Trump”. Lo que sería un gran dolor de cabeza para el país anfitrión, en este caso, Chile. Desde Nueva Guinea a hoy, las discrepancias entre China y los EEUU han aumentado, y ya no solo abarcan los temas comerciales sino que inclusive incursionan en los temas tecnológicos (como las sanciones de EEUU a Hwa Wei), amen de las diferencias en materias de seguridad, donde el tema del mar del sur de China y la crisis coreana forman parte de la agenda.
Otros conflictos emergentes
Pero además del peligro de un nuevo capitulo en la confrontación chino – estadounidense, la próxima reunión APEC puede ser escenario de otros conflictos que involucran a países y mandatarios que concurrrirán.
Uno de ellos, quizás el mas reciente en cuando a su actualización, pero uno de los mas antiguos en cuanto a sus orígenes, es el que hoy enfrenta a Japón con Corea del Sur. El pasado esta cargado de heridas. Desde comienzos del siglo XX Corea fue ocupada por Japón, miles de coreanos trabajaron en condiciones de cuasi esclavitud para empresa japonesas, y miles de coreanas fueron prostituidas para el ejercito japonés. La guerra terminó hace mas de medio siglo pero las heridas aun no sanan, y recientemente ciudadanos coreanos sobrevivientes de esos horrores han obtenido triunfos jurídicos en contra de empresas niponas que se beneficiaron de aquellas injusticias, pero que estas se rehúsan en aceptar las indemnizaciones establecidas.
Pocas semanas atrás el gobierno japonés instauró severos controles a la venta de insumos indispensables para la industria coreana, especialmente para la producción de pantallas led y conductores. Asimismo, Tokio excluyó a Seúl de su whitelist,, es decir, de sus preferencias comerciales. Todo ello afecta al funcionamiento de dos economías muy integradas. El gobierno coreano respondió excluyendo a Japón de la condición de socio predilecto. El conflicto sigue y no muestra signos de solución a mas de un mes, si prosigue, ambos países llegarán a Santiago de Chile con su discordia.
Por supuesto, no todo es puramente comercial o jurídico. El complejo desafío de seguridad regional que plantea el programa nuclear de Corea del Norte también entra en la ecuación. Al final, tanto Japón como Corea del Sur han estado hasta la fecha, bajo el paraguas de la defensa de los EEUU, pero esto puede sufrir variaciones. Ante un eventual disminución de la presencia militar de los EEUU, o la consolidación del poderío nuclear de Corea del Norte, es probable que Japón avance en su programa de rearme, y Corea del Sur también. Un rearme japonés es visto con recelo no sólo por Corea del Sur sino por muchos otros empezando por China.
América latina y el APEC
APEC es un mecanismo muy codiciado por los países de AL. De hecho son varios los que desde hace años han solicitado su ingreso: Colombia, Ecuador, El Salvador y Panamá entre otros. A la fecha solo México, Perú y Chile forman parte de APEC. El ingreso al mecanismo está congelado de momento.
Pero a la cita de noviembre se ve rala la presencia latina: el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, está concentrado en sus grandes desafíos internos, y de los externos que se preocupa, tienen que ver principalmente con su relación con los EEUU: comercio, migración y control del narcotráfico. El Asia Pacifico no entra en estas prioridades y quizás por ello no ha confirmado su presencia hasta la fecha y se ve poco probable que lo haga.
En Perú asistimos desde hace rato a una compleja crisis política que de momento, cabalga sobre los escándalos de corrupción y la propuesta del presidente Vizcarra de adelantar elecciones de presidente y de congreso, sin reelección para nadie. Esta reforma debe ser aprobada por el congreso y luego sometida a referéndum. Quien será el presidente en noviembre? (o la presidenta, porque la vicepresidenta, Mercedes Araoz ha dicho recientemente que ella no piensa en renunciar). Lo que menos podemos decir es que quien sabe.
De estas forma la única presencia latina segura para la próxima Cumbre APEC es la del país anfitrión, o sea, Chile.
Mas, ahí no terminan los problemas de esta próxima reunión de APEC. Uno de los primeros en confirmar su presencia fue el presidente filipino Duterte, personero muy criticado en diversos círculos por las violaciones a los derechos humanos en que su gobierno ha incurrido, muchas de ellas asumidas sin tapujos. Es cierto que la reunión de APEC no asume los temas de DDHH pero será una incomodidad el manejar dicha presencia. Sobre todo cuando pocos meses atrás el propio presidente acompañado del canciller chileno de entonces, fueron a la ciudad de Cúcuta a proclamar su inclaudicable posición de principios en defensa de los DDHH.
Por estas y probablemente otras circunstancias que emerjan de hoy a noviembre, el horizonte de la próxima Cumbre APEC se divisa con muchas nubes. Demás está decir que la organización de un evento de esta magnitud consume buena parte de la energía de nuestra diplomacia, a lo que debemos agregar la próxima COP que se desarrollara pocas semanas después. Desde la Cancillería surgen voces de preocupación por la tensión que ambos eventos están demandando, donde obviamente, la COP empieza a concentrar la mayor cantidad de recursos humanos y materiales.