Este jueves, la Royal Navy o la Real Marina Británica escoltará a los barcos de bandera británica que naveguen por el estrecho de Ormuz, en el Golfo, después de que Irán interceptara un petrolero en esa zona la semana pasada, anunció el Ministerio de Defensa.
«Se encargó a la Marina que acompañe a los barcos de bandera británica en el estrecho de Ormuz, previo aviso de su paso», indicó el ministerio en un comunicado.
El lunes, Jeremy Hunt, en aquel momento ministro de Relaciones Exteriores, anunció que el segundo buque de guerra británico que iba rumbo a la región, el «HMS Duncan», llegaría hacia el 29 de julio.
Hunt destacó que todos los barcos con bandera británica que transitaran por el estrecho de Ormuz deberán comunicar la fecha de su paso para «permitirnos ofrecer la mejor protección posible», aunque no consideró que la Royal Navy pudiera «escoltar a todos los barcos o eliminar todos los riesgos de piratería».
Hunt, que desde entonces fue sustituido por Dominic Raab tras la investidura de Boris Johnson como primer ministro, también anuncio que quería poner en marcha una misión de protección europea en el Golfo.
El 19 de julio, Irán interceptó el «Stena Impero», un petrolero sueco con bandera británica, quince días después de que las autoridades británicas capturaran el petrolero iraní «Grace 1».
Francia, Reino Unido y Alemania prevén «coordinar» sus medios y «compartir informaciones» en el Golfo para reforzar la seguridad marítima, pero sin desplegar medios militares suplementarios, precisó la ministra francesa de Defensa, Florence Parly, en una entrevista con el diario L’Est Républicain.
La tensión en el Golfo se ha incrementado desde la retirada de Estados Unidos, en mayo de 2018, del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, a la que siguió la reimposición de las sanciones estadounidenses contra Teherán.
La crispación aumentó además en las últimas semanas a raíz de los ataques contra petroleros en el Golfo, de los que Washington responsabilizó a Teherán, que negó cualquier implicación.