La fiscal María Angélica de Miguel visitó la planta de Caipulli de la sanitaria Essal con el objetivo de realizar una reconstitución de escena del momento en que se produjo el vertimiento de más de mil litros de petróleo en los sistemas de producción, lo cual obligó a suspender el suministro y ha mantenido por ocho días sin agua potable a Osorno.

La persecutora precisó que con esta pericia se termina el proceso de investigación en lo que dice relación a los peritajes, anunciando también que hubo incautación de documentos.

Además, explicó que se puede dar por acreditado que la noche del pasado miércoles, cuando se produjo la crisis, efectivamente había solo una persona en la planta, de acuerdo a lo que consigna radio Sago.

“Podemos dar por acreditado que efectivamente la noche del 10 de julio y la madrugada del 11 de julio, había una sola persona en la planta de Caipulli, que fue la persona que le correspondía esa noche, además de varias otras labores que tenía que ejecutar, el de llenar el generador de petróleo para que quedara en condiciones de ser utilizado el día siguiente, por lo tanto él genera con su conducta el llenado de este estanque”, afirmó.

Asimismo, la fiscal también dijo que esperaba encontrarse con más tecnología en la planta de Essal y “no con procesos tan rudimentarios. Efectivamente el generador que es de conocimiento público, tiene un marcador que es una aguja que va subiendo, no es ningún sistema electrónico ni tampoco un sistema eléctrico computarizado que avise efectivamente cuántos litros tiene, cuánto se ha llenado, sino que es como en buen chileno se dice, es al ojo”.

La fiscal De Miguel también indicó que con los antecedentes que lograron reunir se iniciará el proceso de citaciones a declarar, puesto que no solamente se quedarán con la persona que abrió la válvula sino también se ampliará a los protocolos y normativas que establece la empresa.

Finalmente, la persecutora explicó que el proceso de recopilación de información se realizó ahora para no entorpecer el funcionamiento y trabajo en la restitución del agua potable a los hogares osorninos que ya llevan ocho días sin el vital elemento.